Es increíble observar la manera que Dios utilizó para levantar a David como rey del pueblo de Israel. Era, teóricamente, el menos indicado para esa función, pero fue el elegido por Dios para semejante desafío. ¡Y eso era lo importante!
A través del libro de los Salmos podemos descubrir, entre otras cosas, oraciones que él eleva a Dios en distintos momentos y circunstancias a lo largo de su reinado. Hoy te invito a que observemos tres:
1. Salmos 19:12: “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos”.
Su primera oración fue: “Líbrame de los errores que me son ocultos”. Hay tres sucesos en el texto bíblico que demuestran las consecuencias nefastas que acarrean los pecados no confesados: el pecado de Acán en el libro de Josué, el pecado de Ananías y Safira en el libro de Hechos y el pecado del propio David en 2 Samuel.
Alguien dijo: “El pecado te costará más de lo que quieras pagar; el pecado te llevará más lejos de lo que quieras ir; el pecado te guardará más tiempo de lo que quieras quedar”. La gran diferencia de David, la hallamos en el hecho de haber reconocido su pecado y haberse arrepentido.
El gran predicador Moody dijo: “Una de las mejores definiciones de arrepentimiento la dio un soldado cuando se le preguntó cómo se había convertido. Contestó: “El Señor me dijo: Alto. Atención. Media vuelta a la derecha. Marche. Y eso fue todo”.
El sabio Salomón nos dice: “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanza misericordia” (Proverbios 28:13).
En el Salmo 139, David enfatiza una y otra vez que el Señor, entre otras cosas, es omnisciente, es decir que todo lo sabe. No podemos, definitivamente, ocultar nuestro pecado de Él, razón por la cual concluye este salmo diciendo: “Examíname, oh, Dios y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos, y ve si hay en mí camino de perversidad y guíame por el camino eterno” (Salmos 139:23-24).
En definitiva, le estaba diciendo al Señor:
“Examíname, oh, Dios, para poder librarme de los errores que me son ocultos”.