Restaban 5 minutos para que el encuentro entre Brasil y Venezuela, por la tercera fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026, finalizara. El local derrotaba a la selección venezolana por 1 a 0 y dominaba el encuentro. Pero a poco del final, en acrobática definición, el joven volante Eduard Bello logró la épica de quitarle un punto a Brasil de su propia casa.
La hazaña fue por demás significativa, ya que, en toda la historia de los enfrentamientos entre Brasil y Venezuela, la “Vinotinto” solo había rescatado un empate como visitante una sola vez. El resto de los partidos fueron solo derrotas, y algunas de ellas, humillantes.
La realidad del fútbol venezolano hoy es otra, pero, aun así, no es medida para el resto de los equipos sudamericanos, especialmente para una potencia como Brasil. Por eso, lo trascendente del resultado y lo valioso de la anécdota a continuación.
Pocos sabían de la fe cristiana del jugador Eduard Bello, hasta que leyeron sus declaraciones en sus redes sociales, a propósito del logro. “Gracias, Padre Amado, por usarme de esta manera sobrenatural para llevar alegría a todo mi hermoso país, Venezuela”, posteó en su cuenta de Twitter (ahora X), ni bien finalizó el encuentro igualado en 1 gol por bando.
Bello no perdió ocasión de compartir su fe cuando fue entrevistado por los medios tras la hazaña. “Le doy la gloria y la honra a Dios por este momento tan increíble”, declaraba ante las cámaras de la televisión venezolana.
Entonado por este logro, cuatro días después, recibió a Chile en Maracaibo, propinándole un 3 a 0 inapelable y dejando a Venezuela en la cuarta posición en la tabla, es decir, en situación de clasificado para la fase final de la Copa del Mundo que se realizará en Estados Unidos, Canadá y México a mediados de 2026.