La Biblia, como Palabra de Dios, es la revelación escrita, inspirada por el Espíritu Santo, para beneficio de toda la creación. Leemos en 2 Timoteo 3:16: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto”.
¿Por qué es tan importante leer la Biblia?
Fue el libro que Jesús usó para enseñar a sus discípulos y dar instrucciones específicas sobre situaciones diversas. Por ejemplo, en la cuestión del día de descanso dijo: “¿No han leído en las Escrituras lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre?” (Mateo 12:3). En el asunto del divorcio y las segundas nupcias dijo: “¿No han leído las Escrituras? Allí está escrito que, desde el principio, Dios los hizo hombre y mujer” (Mateo 19:4). En el tema de la verdadera adoración y alabanza dijo: “¿No han leído las Escrituras? Pues dicen: A los niños y a los bebés les has enseñado a darte alabanza” (Mateo 21:16). En el tema de la resurrección dijo: “¿Nunca leyeron en las Escrituras?: La piedra que los constructores rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal. Esto es obra del Señor y es maravilloso verlo” (Mateo 21:42). Y al intérprete de la ley, que le preguntaba sobre la vida eterna, le dijo: “¿Qué dice la ley de Moisés? ¿Cómo la interpretas?” (Lucas 10:26).
El apóstol Pablo también dio a la lectura un gran lugar en la vida de la iglesia. Por ejemplo, les dijo a los corintios: “Nuestras cartas fueron transparentes, y no hay nada escrito entre líneas ni nada que no puedan entender. Espero que algún día nos entiendan plenamente” (2 Corintios 1:13). A los efesios les dijo: “Tal como antes les escribí brevemente, Dios mismo me reveló su misterioso plan” (Efesios 3:3). A los colosenses les dijo: “Una vez que hayan leído esta carta, pásenla a la iglesia en Laodicea para que ellos también puedan leerla. Y ustedes deberían leer la carta que les escribí a ellos” (Colosenses 4:16). La lectura de las cartas de Pablo era tan importante que él lo ordena como una obligación: “Les ordeno, en el nombre del Señor, que les lean esta carta a todos los demás hermanos” (1 Tesalonicenses 5:27).
¡Qué importante es para el cristiano leer la Biblia y entender lo que leemos para poder practicarlo! El apóstol Pablo le preguntó al eunuco: “¿Entiendes lo que estás leyendo?” (Hechos 6:30).
¡Qué riquezas encontramos en la Biblia! ¡Cuántos hombres y mujeres nos dejan historias y ejemplos de fe! El capítulo 11 de Hebreos es un homenaje a los héroes de la fe. En el mismo libro de Hebreos, su autor recomienda que nos congreguemos regularmente (Hebreos 10:25).
El libro de Proverbios es una colección de consejos para todas las edades muy pertinentes para todos los tiempos. Las palabras del apóstol al joven Timoteo son apropiadas para tener en cuenta: “Esfuérzate para poder presentarte delante de Dios y recibir su aprobación. Sé un buen obrero, alguien que no tiene de qué avergonzarse y que explica correctamente la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15).
¿Cómo debemos aplicar las Escrituras a la vida?
Veamos las recomendaciones de algunos autores bíblicos:
Dios (a través de Moisés): “Fijen estas palabras mías en sus corazones y mentes; átalos como símbolos en tus manos y átalos en tu frente. Enséñalas a tus hijos, hablándoles de ellas cuando estés sentado en casa y cuando camines por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Escríbelas en los marcos de tus casas y en tus portones” (Deuteronomio 11:18-20).
Jesús: “Por tanto, todo el que oye estas palabras mías y las pone en práctica es como un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca. Cayó lluvia, crecieron los arroyos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no cayó, porque tenía su fundamento sobre la roca. Pero todo el que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, es como un hombre necio que construyó su casa sobre arena. Cayó lluvia, crecieron los arroyos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y cayó con gran estrépito” (Mateo 7:24-27).
Pablo: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñar, reprender, corregir y entrenar en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté completamente equipado para toda buena obra” (2 Tim. 3:16-17).
Y usando un espejo como maravillosa analogía, Santiago nos dice: “No sólo escuchen la Palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. Pues, si escuchas la Palabra pero no la obedeces, sería como ver tu cara en un espejo; te ves a ti mismo, luego te alejas y te olvidas cómo eres. Pero si miras atentamente en la ley perfecta que te hace libre y la pones en práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios te bendecirá por tu obediencia” (Santiago 1:22-25).
Estos y muchos otros pasajes sugieren que la aplicación de las Escrituras comienza con la asimilación de su contenido. Leer, meditar, discutir, practicar, orar y memorizar son todas formas en que el texto bíblico forma el tejido muscular espiritual de nuestras vidas y son necesarias para que nuestras vidas estén formadas por las verdades que brotan de la Palabra de Dios.
¿Por qué es importante la Biblia?
“La Biblia contiene la mente de Dios, el estado del hombre, el camino de salvación, la condenación de los pecadores y la felicidad de los creyentes. Sus doctrinas son santas, sus preceptos son comprometidos, sus historias son verdaderas y sus decisiones son inmutables. Léela para ser sabio, créela para ser salvo y practícala para ser santo. Contiene luz para guiarte, alimento para sostenerte y consuelo para alentarte.
La Biblia es el mapa del viajero, el cayado del peregrino, la brújula del piloto, la espada del soldado y el itinerario del cristiano. Aquí se reestablece el paraíso y las puertas del infierno son reveladas. Cristo es su gran tema, nuestro bien su diseño y la gloria de Dios su finalidad. Debe llenar la memoria, gobernar el corazón y guiar los pies. Léela lentamente, frecuentemente y en oración. Es una mina de riqueza, un paraíso de gloria y un río de placer. Es dada a ti en vida, será abierta en el juicio y recordada para siempre. Ella encierra la responsabilidad más alta, recompensará la labor más grande y condenará a todos los que menosprecian su contenido sagrado”. La Biblia (Escrito Anónimo).
Por medio de la Biblia conocemos a Dios y su gran demostración de su amor para toda la humanidad, para que el ser humano no se pierda, sino tenga vida eterna. ¿Cómo respondemos a Dios y a Su Palabra?
En la obediencia está la bendición. Dios guíe tus pasos y te bendiga siempre.