Y llegamos al 31 de diciembre de este 2023 y el calendario nos indica que será el último día del año sumado a que es domingo; ¿te habías dado cuenta? Así es; todo concluye al fin.
Este año no ha sido fácil; podemos pensar en cómo los meses fueron pasando y quizá sí, pasaste por meses que si pudieras los hubieras arrancado del calendario. Estamos atravesando una etapa de la sociedad compleja con un sinfín de momentos que nos generan incertidumbre; pero me es inevitable pensar que Jesús se ocupó de todas y cada una de esas situaciones difíciles.
Pienso en el pasaje de Filipenses, pero en el verso 14 que dice: “Hagan todo sin quejarse y sin discutir, para que nadie pueda criticarlos” y el 15 continúa diciendo: “Lleven una vida limpia, brillen como luces”. ¡Qué difícil en tiempos tan complicados socialmente ser luz en la oscuridad de este mundo! Pero tengo una noticia para darte: Todo concluye para darnos la posibilidad de poder hacer todo diferente; tenemos la oportunidad de comenzar mañana. ¡Sí! Mañana y hacer las cosas distintas.
Ser hijos de Dios es un privilegio que tenemos y no un año en particular, no un momento, sino todos los días hasta que Él venga por nosotros; pero en el mientras tanto tenemos algunas tareas por hacer:
Llevar una vida limpia e inocente. Brillar como hijos en esta sociedad que vela por sí misma como si no hubiese un mañana.
¡Querido amigo! Ánimo. Es necesario que sepas que le perteneces a Dios. Y aunque este año que se está yendo no haya sido el mejor año, tengo la responsabilidad de decirte que Él está indudablemente en esto.
Ya es el momento de arrancar esa última hoja del calendario y tener frente a tus ojos ese calendario nuevo que dice enero 2024. Que te dará esperanza de hacer todo desde el principio si es necesario.
“¡Jesús, te pertenecemos! Gracias por este año que se va. Bienvenido este nuevo tiempo literal para servirte y honrarte”.