4 de marzo, Día Mundial de la Obesidad
De acuerdo a las estadísticas oficiales, en la Argentina 6 de cada 10 adultos presentan exceso de peso, y de los niños y niñas en edad escolar 30% presentan sobrepeso y 6% tienen obesidad. Además, más del 50% de la población en el país tiene exceso de peso. Esto aumenta el riesgo de tener más de 200 problemas de salud, como, por ejemplo: diabetes, hipertensión arterial (presión alta), enfermedades respiratorias crónicas, enfermedad de los riñones, del hígado y algunos tipos de cáncer.
Según la Organización Mundial de la Salud es posible estimar que cada año fallecen alrededor de 3,4 millones de personas adultas en el mundo como consecuencia del exceso de peso y la obesidad.
Además, según estudios internacionales, para el año 2035 habrá 1.9 mil millones de personas con obesidad, aumentará el 100% los casos de obesidad en niños, niñas y adolescentes y se estima que los costos financieros en el mundo sean de más de 4.32 trillones de dólares.
¿Por qué hablo de estadísticas y números? Porque es necesario saber que la obesidad no es un tema estético o de unos kilitos de más: es un flagelo que se toma la vida de millones de personas por año y que, si no hacemos nada, el panorama solo va a empeorar.
Por esto mismo, es importante tomar conciencia y prevenir la obesidad de forma integral desde los gobiernos, con políticas que generen hábitos saludables en la población, tendientes a proteger la salud como derecho humano fundamental y mejorar la calidad de vida de todos los habitantes, pero también desde cada uno de nuestros hogares.
Sin embargo, lejos de las cifras reales de exceso de peso, la sociedad, diversas publicidades y redes sociales imponen con ahínco un modelo estético y de belleza irreal, que desencadena que quienes no encuadran bajo dichos parámetros sean apartados y marginados.
Es por eso mismo que estoy convencida de que para tener una sociedad más inclusiva es fundamental inculcar el respeto a la dignidad de la persona humana y erradicar la discriminación en todas sus formas, atendiendo de manera integral la problemática que nos ocupa previniendo y concientizando sobre el sobrepeso y la obesidad.
Una vez escuché una frase que decía más o menos así: “cada uno de nosotros decide si va a comprar en la farmacia o en la verdulería”. Lo que comemos puede enfermarnos o curarnos. Depende de nosotros donde vamos a comprar.