Vivimos tiempos de sobreinformación, de noticias falsas o fake news. Estamos en una época de saturación de contenidos donde todo se pone en duda y la posverdad se erige como una manipulación organizada para quebrar convicciones. Ante este atropello, nuestra fe es un escudo (Efesios 6:16), una protección clave para nuestras vidas que están bajo ataque.
No podemos permitir que nuestros principios sean “jalados” hacia la duda por personas astutas que se aprovechan para engañarnos ante el menor descuido (Efesios 4:14). Es inadmisible siquiera la posibilidad de ser arrastrados por el viento, movidos de un lugar a otro como las olas del mar (Santiago 1:6). No debe existir en nuestro ADN el conformismo a esta realidad destructiva (Romanos 12:2), sino que debemos más que nunca comprobar la voluntad de Dios y obedecer las instrucciones claves de: Permanecer firmes y mantenernos constantes.
Convicciones firmes
La palabra “Firmes” (1) proviene de una palabra griega que expresa una convicción interior para cada decisión tomada. Está relacionada con las virtudes del ser humano, su carácter, su firmeza con respecto a la moral, sus decisiones y acciones correctas. Es el valor inquebrantable que una persona ejerce con resolución firme frente al destino. Es un compromiso de fidelidad, que se traduce en confianza y lealtad. En el griego moderno este término se usa coloquialmente para referirse a alguien seguro de sí mismo y con convicciones firmes.
Un ejemplo bíblico, clásico y representativo es el de Sadrac, Mesac y Abed-nego, tres extranjeros hebreos cautivos en Babilonia. Ante un entorno hostil, frente a una furiosa presión social, cultural, política y religiosa se mantuvieron firmes en sus convicciones al punto tal de ser sentenciados a muerte por no ceder a rituales paganos. Nunca renunciaron a su fe y fueron salvados milagrosamente (Daniel 3).
Evitar que nos desplacen
La palabra “constante” en la versión Nueva Versión International (NVI) se traduce “inconmovibles”. El original hace referencia a permanecer inamovibles o ser inmovibles (2). Esta palabra sugiere una resistencia externa contra las dudas, las tentaciones y los desafíos del mundo. A diferencia del punto anterior, más allá de la firmeza en las convicciones internas, hace referencia a nos ser desplazados físicamente de un lugar que hemos ocupado por decisión propia. El consejo es: “No debemos ser movidos por ninguna acción de fuerza”. No debemos movernos del lugar que hemos conquistado en Jesucristo: Aunque desciendan lluvias, vengan ríos y soplen vientos contra nosotros, no caeremos por estar fundados sobre la roca (Mateo 7:25). En el caso del ejemplo de los tres hebreos mencionados, ellos no sólo se mantuvieron firmes en sus convicciones, sino que además no cedieron ante las grandes presiones que externamente sufrieron. Fueron consecuentes y constantes en el tiempo.
Las sociedades modernas son avalanchas destructivas contra la FE. La modernidad y la cultura de la información globalizada atentan constantemente buscando confundir y entumecer las convicciones de los hijos de Dios. Por esto hoy más que nunca siguen vigentes las palabras del apóstol Pablo: “…amados hermanos míos, manténganse firmes y constantes, y siempre creciendo en la obra del Señor, seguros de que el trabajo de ustedes en el Señor no carece de sentido”.
“Padre, gracias por salvarnos. Hoy nos afirmamos con más fuerza a nuestra FE. Somos inconmovibles porque estamos fortalecidos en el poder de tu fuerza. Nos confortamos en ti y en la potencia de tu fortaleza”.
(1) A) Diccionario Swanson: ἑδραῖος (hedraios), αία (aia), αῖον (aion): adj.; firme, constante,
concluir (un asunto) con convicción. B) Diccionario Vine NT: jedraios (ἑδραι̂ος, G1476), denota
primeramente «sentado» (jedra, asiento); de ahí, firme, denotando metafóricamente fijeza moral.
(2) A) Diccionario Swanson: ἀμετακίνητος (ametakinētos), ον (on): adj. Firme, inamovible, estable.
B) Diccionario Vine NT: ametakinetos (ἀμετακίνητος, G277), firme, inamovible (a, negativo, y
metakineo, mover algo, quitarlo de en medio).
Bibliografía:
– Lothar Coenen, et al. The New International Dictionary of New Testament Theology. Regency
Reference Library, 1975, pp. 660–62.
– Pérez Millos, Samuel. Comentario Exegético al Texto Griego Del Nuevo Testamento. 1a
Corintios. Editorial Clie, 2019.
– F Wilbur Gingrich, and Walter Bauer. A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other
Early Christian Literature. Cuarta edición, University Of Chicago Press, 1957.
– Pabon S. de Urbina, Jose María. Diccionario Manual Griego Clásico-Español. VOX, 2013