A simple vista no parece haber gran diferencia entre este pasaje y la alimentación de los cinco mil que aparece en el capítulo 14 de este mismo evangelio. Una mirada más atenta al contexto nos hace ver que el lugar donde tiene lugar es totalmente diferente. Esta alimentación sucede en Decápolis, una confederación de diez ciudades griegas libres situada en la orilla este del mar de Galilea. La implicación que tiene es importante puesto que podemos suponer que la mayoría de las personas que allí estaban eran gentiles, es decir, no pertenecían al pueblo de Israel.
Este pasaje refleja, una vez más, compasión de Jesús hacia las personas necesitadas, una compasión que es indiscriminada, que no tiene en cuenta la dignidad o carencia de la misma de aquel que está en necesidad.
Con este pasaje Jesús nos muestra un desafiante camino a seguir, a saber, que debemos sentir compasión por todo ser humano y sus necesidades y abrazarlas. Y recordar que es bueno descansar en Él.
¿Cuántas veces estamos ocupados de muchas cosas, de actividades, de trabajos, y no paramos un momento para estar solo en comunión con Él? Él siempre está dispuesto a pasar tiempo con nosotros, a darnos descanso, a alimentarnos, a renovarnos para continuar con nuestros compromisos.
Hay necesidades en nuestras vidas que solo el Señor puede suplir. No dejemos que las ocupaciones y compromisos nos hagan perder lo más importante. Que siempre es bueno parar un momento y descansar en su presencia.
“Señor nuestro, sé que muchas veces hemos pasado por alto nuestro tiempo de descanso en tu presencia. Nuestras ocupaciones y actividades han tomado un lugar en nuestras vidas que nos olvidamos de descansar en Ti. Ayúdanos a saber que tu amor siempre está dispuesto a fortalecernos y a renovarnos. Te amamos, Jesús”.