El Salmo 42 empieza con una imagen profundamente inspiradora: un elegante ciervo bramando por un bosque seco, deseando encontrar agua para salvar su vida. No sabemos el motivo de la sequía, aunque eso no es lo importante, ya que muchos orígenes distintos pueden crear esta misma situación.
Nosotros necesitamos a Dios, igual que el ciervo beber de esa agua. Se dice que debemos tomar de 2 a 3 litros de agua por día y ¿sabías cuál es el beneficio de tomar agua? Depura el organismo: Para eliminar las toxinas que se acumulan en nuestro cuerpo de forma natural necesitamos beber agua. Así nuestros riñones funcionan correctamente y eliminan todo lo que el cuerpo no necesita.
Qué importante es el agua para el ser humano. Nos llenamos de toxinas (problemas, angustias, enfermedades, etc.) y parecen que gritan más fuerte que nuestro clamor a Dios, pero aquí, lo importante es dar ese primer paso, no dejarnos llevar por las circunstancias, orar y abrir nuestro corazón a Jesús, que es el agua que nos purifica. Y de nuestro interior correrán ríos de agua viva, pero debemos creerle a Él. Así lo dice en Juan 7:37, 38.
Te aliento a que, si estás pasando por un mal momento, puedas detenerte y decirle esta oración.
“Querido Dios, me presento delante de ti, estoy sin fuerzas, no sé adónde ir, pero en ti sé que encontraré esa agua que llenará mi ser. Que mi caminar sea siempre contigo y mi corazón hoy sienta la paz que necesito. Te pongo en primer lugar y te doy gracias desde ahora porque veré tu gloria en mi vida y familia”.