3 DE DICIEMBRE, DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD
Este episodio nos descorrió el velo para ver más allá de nuestra vista, para que entendiéramos y comencemos a mirar con una nueva visión con los ojos de Dios. Vista es lo que nuestros ojos naturales pueden ver, visión es la proyección de un propósito.
Esta historia nos desafía a mirar el cuadro completo de contextos y situaciones. Nos compromete a revisar y trabajar desde lo existencial donde entendemos que cada uno de nosotros somos neuro diversos o con diversidad funcional, con un propósito divino por el cual estamos plantados en este mundo.
Todas las personas en cierto modo albergan algún tipo de discapacidad, pero a la vez todos llevamos la imagen y semejanza de Dios.
Una vez le preguntaron a Jesús: “¿Quién pecó? ¿Este o sus padres?” ¿Cuál es la finalidad? ¿Es un accidente, un castigo o una bendición de Dios la diversidad funcional? Las cuatro personas que mencionamos habían quedado fuera de la ciudad, alejados de la comunidad por ser leprosos. Habían recibido la valoración de un objeto y no como sujetos con facultades y derechos.
En ocasiones limitamos a las personas por su condición. No obstante, este episodio nos llama a la reflexión y nos enseña que a pesar de que, en algunas áreas de nuestra vida, es decir en el ámbito físico, intelectual, emocional o espiritual tengamos alguna discapacidad, deberíamos echar mano a desarrollar esas potencialidades que están vivas en nosotros para concretar nuestros sueños. Ese potencial vive en nuestro mundo interior, que puede resultar de gran bendición tanto en el círculo familiar como para una ciudad y una nación.
Este criterio bíblico nos inspiró y motivó a tomar la iniciativa para desarrollar este servicio. Damos gracias a Dios y a todos aquellos que día a día trabajan incansablemente, levantando todo tipo de barreras socioculturales y creando accesibilidad, espacios y ambientes adecuados para hacer más participativa la convivencia con todos.
Este pasaje de 2 Reyes nos habla de algunos aspectos importantes a tener en cuenta en materia de inclusión. El lugar: a la entrada de la puerta de la ciudad, lo cual demuestra falta de accesibilidad. La cantidad: eran cuatro. Nos advierte de una ligera estadística, de un porcentaje de discapacidad. El estado: la condición en la que estaban. Eran leprosos, estaban delimitados, sin beneficios ni derechos.
Existe un sentido de urgencia en estas palabras, no se puede aguantar más. Lo que una persona aguanta no cambia. Los cuatro hombres tomaron la iniciativa de hacer algo, y no dejarse morir a pesar de su condición. Estaban llenos de ganas de superarse, de vivir y esta era su oportunidad. Ellos se movieron, en medio de la adversidad, los miedos, la oscuridad y las amenazas de un enemigo que desafiaba sus vidas, aun cuando habían quedado afuera abandonados. Muchas de las personas con discapacidad son dejadas de lado, abandonadas, rechazadas, subestimadas, por artefactos culturales como la discriminación, los rótulos, las maldiciones y las mutilaciones afectivas.
De estos cuatro hombres leprosos aprendemos sobre decidir levantarnos a pesar de las condiciones. Vale la pena arriesgar para poder cambiar el rumbo de nuestras vidas y encontrar el propósito. Todas las personas tenemos un proyecto de vida, “Vivir y no dejarnos morir”.
El versículo 10 nos dice que “Vinieron pues y gritaron a los guardas de la puerta de la ciudad y les declararon diciendo: Nosotros fuimos al campamento de los sirios”. Sacaron fuerzas de donde no tenían, estaban sin comer desde hacía mucho tiempo, pero nada los pudo detener. No tuvieron excusas, lo lograron y ellos ahora tenían autoridad para hablar.
Y concluye el versículo 16 diciendo: “Entonces el pueblo salió y trajo el botín conforme a la palabra de Dios”.
De esta historia aprendemos lo siguiente: Que Dios es la providencia, que Dios se mueve cuando nosotros nos movemos y nos guiará con su presencia a territorios de lo imposible. Aquellas cosas inimaginables se hacen evidentes, se transforman en milagros. Ellos trajeron recompensa, provocaron un impacto, fueron de influencia y de inspiración a otras personas.
“Señor, en este día en el que se conmemora el Día de las Personas con Discapacidad, te quiero dar gracias por este y tantos otros ejemplos que nos dejas en tu Palabra, de personas que, a pesar de tener limitaciones, han conseguido cosas a partir del esfuerzo y fundamentalmente, por la fe puesta en ti. Gracias porque son de inspiración para nuestras vidas”.