La Biblia no contiene, no refleja y no imita. La Biblia ES la palabra de Dios. Con esta simple frase comenzamos generalmente los estudios básicos de Biblia y creemos, a partir de allí, que cada vez que se menciona un “texto bíblico” estamos ante una verdad irrefutable. Pero ¿esto es así? Lo cierto es que la frase en cuestión hace referencia a La Biblia en su totalidad y en su originalidad, no en cada una de sus versiones, interpretaciones y párrafos descontextualizados.
En la actualidad, contamos con infinidad de versiones y me ha sucedido, tratando de utilizar una versión en otro idioma (por ejemplo, en portugués) que no encontraba la misma expresión y que incluso en muchos casos el sentido del texto era diferente. Lo mismo sucede con diversas traducciones e incluso algunas han sido distorsionadas intencionalmente con el fin de justificar doctrinas y creencias de algún grupo en particular.
Es bien conocido por quienes estudiaron religiones comparadas que en el texto de Juan 1:1, donde dice en la versión Reina Valera 1960: “En el principio era el Verbo y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios”, pero la Traducción del Nuevo Mundo (de los Testigos de Jehová) dice: “En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios”. El hecho de colocar la última palabra Dios en minúscula tiene la intencionalidad de ignorar la divinidad de Jesucristo. Este es sólo un ejemplo de la Biblia distorsionada para alcanzar un objetivo particular. Esto mismo sucede cuando utilizamos la Biblia (solo una porción de ella obviamente) para “convencer” a nuestra contraparte de nuestro propio argumento. El propio Satanás utilizó este recurso cuando en el desierto fue a tentar a Jesús y citó La Palabra diciendo “escrito está”.
Hoy nos encontramos frente a desafíos más grandes en materia de distorsión bíblica. La disminución del estudio de la misma, más la digitalización de ella (estoy de acuerdo y la utilizo permanentemente, el problema es que es más fácil editar y transcribir textos deformados intencionalmente) y todo esto sumado a una creciente intencionalidad de “volver la Biblia agradable a las personas” (en realidad la biblia debe volver a las personas agradables a Dios) hace que cada vez con más frecuencia veamos porciones aisladas y aun así distorsionadas, de alguna versión con el único fin de generar empatía con algún grupo en particular o simplemente para “justificar” aquellas cosas que no estamos dispuestos a intentar cambiar.
En este sentido, en estos últimos tiempos has surgido algunas versiones, que en realidad sólo son “deformaciones, distorsiones o alteraciones” de la Biblia que contienen un porcentaje mayoritario de verdad, mezclado con un porcentaje menor de mentira.
Crystal Cheatham es una lesbiana que ha lanzado la aplicación Our Bible (Nuestra Biblia), con el objetivo de hacerla “accesible” para la comunidad LGBT. “En su esencia, el texto sagrado fue escrito para incluir a toda la creación de Dios, especialmente aquellos que están marginados. Nuestra aplicación incluirá traducciones que se refieren a Dios en términos de género neutro”, dijo Crystal, según publica Gospel Herald.
En este tipo de versiones, cambian el nombre de Dios por “divinidad”. Términos como “Señor”, “Padre”, “Hijo”, son sustituidos por otros como “Fuerza divina”, “Padre / Madre”. Entre las distorsiones modernas encontramos la “Biblia Gay”, que omite el pecado de la homosexualidad. También contamos con la “Biblia de Jerusalén, Versión Inclusiva” que, entre otras distorsiones, reemplaza la palabra “hombre” por “persona. En este caso, se intenta omitir el género ignorando que según la RAE la palabra Antrophos, traducida como “hombre” es correcta ya que ambas significan lo mismo: “Ser animal racional, varón o mujer”. (*)
En los albores de la Inteligencia Artificial, el Metaverso y el Transhumanismo, aun no podemos anticipar las novedades con las que nos podemos encontrar, pero sin duda habrá que estar muy atentos y ser muy cuidadosos. Es bueno ir adaptando las expresiones para volver la Biblia entendible a las nuevas generaciones, pero, a mi entender, a medida que vamos ganando en modernismo, vamos perdiendo en infalibilidad.
La Biblia, sin duda, es la palabra de Dios, pero no todo lo que nos ofrecen hoy en día con ese título, podemos garantizar que lo sea.
*Tomado del siguiente enlace: https://www.acontecercristiano.net/2017/07/lanzan-biblia-inclusiva-dios-terminos-neutros.html