1- Mejorar la comunicación
Uno de los problemas más comunes en los matrimonios es la comunicación. Nos cuesta escucharnos mutuamente y cuando tenemos una discusión es cuando se evidencia. ¿Te ha pasado que mientras tu pareja habla tú dejas de escuchar porque estás concentrado en tu respuesta? Piensas que tienes algo genial que decir y dejas de escuchar, para escuchar tus pensamientos, que son mejores. Cuando somos capaces de escucharnos mutuamente, sentir empatía y conectar, es ahí donde todo cambia.
2- Evitar las peleas sucias
Asumimos por peleas sucias aquellas en donde hay fuego cruzado, se levanta la voz, se usa el sarcasmo y se traen cosas viejas a la nueva discusión. Pero también califica como pelea sucia el hacer silencio y retirarse, ignorando completamente a la otra parte. Identificar los estilos de peleas sucias que cada cual aplica en el calor del momento es el primer paso hacia la posibilidad de paz en el matrimonio.
3- Conocer las necesidades del otro
Somos parte de una generación altamente individualista, en donde nos han dicho que no debemos necesitar de nadie. Pero somos personas relacionales y queramos o no, hay necesidades que solo nuestra pareja puede llenar. Ser vulnerable para confesarlas y humilde para solicitarlas es el mayor reto. ¿Acaso no te gustaría que tu pareja te dé un masaje en los pies cuando llegas cansado? O quizás que te lleve a una cena romántica una vez al mes, o que te halague con piropos cuando te arreglas de manera especial. A todos nos gusta sentirnos amados, pero no nos gusta confesar nuestras necesidades de afecto.
4- Conectar emocionalmente
Para conectar emocionalmente necesitamos estar dispuestos a caminar unos pasos de vuelta hacia la intimidad inicial. Volver a sentir el toque de nuestras manos. Fluir en las caricias mutuas y estar dispuestos a hablar temas que tocábamos cuando nos estábamos conociendo. Es ser capaces de reír y llorar juntos y ser reales uno con el otro.
5- Mejorar la intimidad
Debemos ser intencionales en mantener la llama del amor viva entre los dos y nunca dejar que la monotonía y el cansancio nos aleje. Las tentaciones están prestas siempre para ir tras nosotros si no estamos conectados con nuestra pareja. No dejemos que el tiempo pase y cree un alejamiento que luego hasta se nos hace difícil volver a ese lugar de intimidad. Hoy día la pornografia está ocupando lugares que fueron reservados para el matrimonio. ¿Conoces lo que es PIED? (Pornography Induced Erectile Disfunción) Disfunsión eréctil inducida por la pornografía. Y hoy día las mayores víctimas de esta condición son jóvenes de 20 a 40, dado a la alta exposición a temprana edad a la pornografia.
6- Encontrar el “nosotros” versus el “tú y el yo”
Cuando el “nosotros” está presenta se nota, y cuando está ausente es también muy evidente. Una pareja que piensa en el “nosotros”, típicamente disfruta de hacer cosas juntos, se ríe por cosas sencillas y se completan las frases e ideas uno al otro. Cuando la pareja vive en el “tú vs. yo” notas que caminan cada cual por senderos diferentes, todo lo que uno dice al otro pareciera molestarle, y cuando uno está hablando el otro está constantemente corrigiéndolo. Para todos es evidente que esa pareja vive en una división, son dos islas unidas por un puente, pero sus banderas son opuestas. No es saludable ni para ellos ni para sus hijos. Buscar el “nosotros” es unos de los secretos para un matrimonio feliz que dure toda la vida.
7- Orar juntos
Este es el mayor de los secretos. Las parejas que oran juntas permanecerán juntas y gozan de una fortaleza envidiable. Cuando dos o más se unen oración su voz es escuchada. Imagina cuando esos dos son un matrimonio. Los mismos dos que un día juraron amor eterno y que fueron a un altar a realizar un pacto con Dios. ¿No va Dios a honrar ese pacto? Esas parejas que oran juntas tienen un súper poder. ¿Puedes pelear con alguien con quien acabas de orar? Una casa dividida se destruye, pero una casa con un fundamento profundo puede resistir las mayores tormentas porque está fundada en la roca.