Hace unas semanas tuve la fortuna de ser entrevistada por Jackie Guerrido, de Univisión, y me hizo una pregunta que me parece puede ser de bendición a muchos matrimonios. Ella me preguntó: “¿Cómo se puede lograr que el matrimonio se vuelva una aventura y no un caos?”
Esto me lleva a pensar lo siguiente. La idea de aventura se vincula a una experiencia que acarrea ciertos riesgos y cuyo protagonista puede estar a merced de sucesos imprevisibles. Mas el caos es, por lo general, falta de orden, desorganización o desconcierto. Algo que es un caos carece de estructura, de lógica o de sentido. Ambos son productos de la experiencia. El matrimonio siempre acarrea riesgo y está a merced de situaciones que no anticipábamos. Pero el matrimonio es en sí una estructura que da orden a la sociedad, por tanto no debería estar cerca del caos.
Para evitar cualquier tipo de caos es necesario el orden. Entonces vamos a organizar nuestras ideas a través de ocho principios que pueden hacer que su vida de pareja sea una linda aventura y no un caos.
1. Reconozca si su estilo de comunicación es más problemático que el problema real al que se enfrentan. Muchas veces no es lo que decimos sino cómo lo decimos. No es lo que sucede sino cómo lo interpretamos. Si usted trabaja en comunicarse mejor y de manera más amorosa puede lograr ser mucho más efectivo.
2. Desarrolle la capacidad de sentir empatía genuina por tu pareja en lugar de un resentimiento secreto. Es fácil esconder nuestras emociones y guardar argumentos para momentos que percibimos pueden ser usados en contra de nuestra pareja. ¿Qué tal si olvidamos lo sucedido y decidimos volver a amar cada día como si fuera nuestro primer día juntos?
3. Exprésate claramente para que tus pensamientos y sentimientos puedan ser reconocidos y entendidos sin que tu cónyuge se sienta a la defensiva, resentido, abrumado, manipulado o inadecuado. Intenta simplificar y explicar lo que quieres sin ofender, lanzar indirectas o insinuar insultos.
4. Evita intentar leer la mente de tu pareja. Esta práctica lleva a malentendidos en el matrimonio. Aprende a evitar las suposiciones. Mejor pregunta. Muchas veces cuando repetimos lo que nuestra pareja ha dicho nos damos cuenta de que no le entendimos correctamente. “Lo que quisiste decir fue…”, y espera con sinceridad la repuesta.
5. Expresa y acepta el coraje sin destruir el amor. Tener coraje no es el problema, pecar lo es. Pecamos cuando ofendemos, herimos, insultamos, maltratamos y agredimos. Expresa la molestia con respeto y sobre todo con amor.
6. Lucha por resolver los problemas y sentirte más cerca de tu pareja. No luches en contra de tu propia relación. La idea es acabar con el problema, no con el matrimonio. Pon el problema frente a ambos y trabajen en resolverlo y permanecer juntos en el proceso.
7. Reconoce y disfruta las diferencias entre ustedes, en lugar de verse como una amenaza. Lo que antes amaste, recuérdalo. Vuelve a mirar con inocencia. Disfruta de quien es esa persona y no intentes convencerla de cambiar. Tú la elegiste, recuerda lo que te gustó.
8. Comprende lo que salió mal en relaciones anteriores o lo que está saliendo mal ahora. Muchas veces hay patrones escondidos, reconoce si estás cayendo en uno y trabaja por sobrepasarlo. No tienes por qué repetir ciclos, rompe el ciclo y se feliz junto a la persona que elegiste amar.
Mi esposo y yo ayudamos a parejas a encontrarse nuevamente y tener una relación deseable. A través de los talleres “Aventuras en el matrimonio” combinamos los principios cristianos con las últimas investigaciones para proporcionar habilidades específicas, prácticas y alcanzables para un matrimonio exitoso. ¡Ven a aprender cómo crear el matrimonio que siempre has querido con la pareja que ya tienes!