Vivo en el desierto de Arizona, tierra de víboras de cascabel. Una de sus mordidas puede provocarte la muerte. Estar alerta es prioridad siempre que hago mis caminatas por las montañas. En un año me encontré con nueve de estas criaturas. ¿¡Lo puedes imaginar!?
Dios nos capacitó para experimentar el miedo como manera de protección ante lo desconocido o amenazante. Pero resulta contraproducente si permitimos que nos domine. El miedo descontrolado paraliza nuestra creatividad y afecta negativamente nuestra calidad de vida.
El Señor conoce perfectamente nuestro corazón y pensamientos, nuestras virtudes y debilidades. La Biblia menciona la emoción del miedo alrededor de mil veces. Esto nos confirma que Dios cuida de nosotros. Nos anima a estar alertas y a confiar en Él.
La palabra “espíritu” en este versículo, se refiere a un patrón de pensamiento y emociones. Pablo está hablando de un espíritu miedoso que no es de Dios.
El libro de Números relata una de las desgracias más grandes en la historia del Antiguo Testamento: la muerte de toda una generación del pueblo de Israel debido al espíritu de miedo. Dios les demostró que estaba con ellos, los rescató de la esclavitud que vivían en Egipto, abrió el Mar Rojo y cruzaron en seco, los mantuvo vivos milagrosamente en el desierto, les otorgó los Diez Mandamientos, y los guió hasta la frontera de la tierra prometida.
El miedo, fuera de control, nos ciega de la realidad, magnifica al enemigo, y nos aleja de Dios y sus promesas.
Números 13 narra que Moisés envió a doce hombres a explorar la tierra. Encontraron frutos enormes y una tierra que fluía leche y miel. Los espías dijeron: “Pero el pueblo que allí habita es poderoso”. Caleb interrumpió diciendo: “Subamos a conquistar esa tierra, estoy seguro de que podemos”. En respuesta a Caleb, el resto, dominado por el temor, difundió falsos rumores sembrando miedo en la nación.
Caleb y Josué amaron a Dios, confiaron en Él, y dominaron el miedo. Como resultado disfrutaron de la tierra prometida.
¿Estás permitiendo que el miedo domine alguna área en tu vida?
“Gracias Señor, por tu amor. Eres nuestra fuerza y guía. Te entregamos nuestros miedos, sabiendo que en Ti somos más que vencedores. En el nombre de Jesús.”