Los autores literarios suelen dejarnos frases emblemáticas. Desde el Quijote con su “ladran, Sancho, señal que cabalgamos” (aunque en realidad, no hay registro de que lo haya dicho), hasta Martín Fierro y sus enseñanzas de vida.
“The Winter is coming”, es una frase emblema de una serie de libros que obtuvieron fama mundial, cuya historia se centra en que el invierno traerá dolor, destrucción, hambre y la realización de todos los miedos que el hombre pueda albergar. Se suceden las estaciones, se libran batallas, se producen nacimientos y muertes, sin embargo, todo el tiempo se recuerdan entre ellos, y les repiten a sus hijos que “el invierno está cerca”.
Jesús les recuerda a sus discípulos la importancia de estar listos, vestidos con la armadura de Dios de la que habla Pablo (Ef. 6:10-17), siendo luz para el mundo (Mt. 5:14).
La vorágine diaria, nuestras agendas llenas de actividades, la velocidad con la que vivimos, nos empañan la visión espiritual, de la cual dependemos para darnos cuenta de que el tiempo no es nuestro, ni es eterno; de que la Venida no es un mero cuento fantástico. ¿Seguimos creyendo? Si el Hijo del Hombre volviera hoy, ¿hallaría fe?
“El invierno se acerca” significa tener plena conciencia de nuestra labor, de nuestro compromiso de mantenernos listos a pesar de la economía, de los diagnósticos médicos, de las pérdidas, de las aflicciones que nos pueda tocar vivir; es recordarnos a nosotros mismos y a otros que el Señor cumple sus promesas.
“Pórtense como siervos que esperan que regrese su Señor”, como hijos que no olvidan que el invierno se acerca. Y este es un mensaje de esperanza para las naciones y para la Iglesia.
En palabras de C.S Lewis: “El mal se trocará en bien, cuando Aslan aparezca. Ante el sonido de su rugido, las penas desaparecerán. Cuando descubra sus dientes, el invierno encontrará su muerte. Y cuando agite su melena, tendremos nuevamente primavera” (Las Crónicas de Narnia).
“Señor, ayúdame a no olvidar tus promesas. Que pueda mantenerme listo, vestido con tu armadura y enfocado, siendo sal y luz para este mundo tan necesitado”.