Nací dentro de una familia cristiana. Mis padres y abuela habían preparado durante meses todo para mi llegada. Era la primera hija de un matrimonio joven. Pero a la hora del parto se presentaron complicaciones, era un bebé que no lloraba y solo hacía un aleteo con las manos. Los médicos sostuvieron que podría desarrollar un espectro del autismo cuando creciera.
El cariño de mi familia me llevó a abrazar una fe verdadera, sencilla y profunda en Cristo. Sufrí varias enfermedades de gravedad pero pude ver el poder sanador de Dios en cada situación.
A los 11 años tenía escoliosis dorsolumbar y una pierna más corta que la otra; en la escuela recibía todo tipo de burlas. El evangelista Horacio Baena había venido a realizar una campaña evangelística en la ciudad de Posadas y oraba por los enfermos. Me senté a esperar mi turno y dijo que extienda mis piernas. Una era mucho más corta que la otra, entonces dijo: “En el nombre de Jesús, crece” y recibí la sanidad. Esa noche, orando en mi habitación, Dios completó la obra restaurando las vértebras de la columna.
La fe en Dios me llevó a superar todo tipo de adversidad. Un accidente me dejó en silla de ruedas durante 9 meses y nuevamente pude ser testigo de otro milagro; los huesos de mi tobillo que estaban destruidos fueron restaurados y se unieron y logré volver a caminar. El traumatólogo que me atendió preguntó si tenía algún tipo de fe. Le respondí que soy cristiana y creo en Jesús y que fue Él quien me había sanado. Actualmente estudio la Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Misiones. Me encuentro a diario con todo tipo de personas.
Me agrada la pregunta que Mardoqueo le hace a Ester: “¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?” (Ester 4:14). Todos somos importantes y cumplimos con diferentes roles. En lo personal disfruto de dar testimonio sobre la obra de Dios en mi vida e invito a las personas a aceptar a Jesús como Señor y Salvador. Como siempre sostengo ¡hay lugar para uno más en el Reino!
“Señor te pido por cada persona que llegue a leer este testimonio. Que los bendigas y les ayudes a tener una fe profunda en Ti como me has ayudado a desarrollarla a través de las adversidades”.