¿Cuántas veces nos hemos preguntado, qué hubiese pasado de haber hecho esto o aquello? Y la mayoría de las veces no logramos ver la oportunidad tan grande que tenemos frente a nosotros.
En una ocasión me encontraba trabajando en una maquiladora (fábrica); únicamente contaba con secundaria terminada y en una ocasión, mientras me encontraba trabajando llegó a mi mente la pregunta: “¿dónde estarás en 5 años?” Esta pregunta retumbó en mi mente y de inmediato respondí en mi interior diciendo: “Seguiré estando aquí, si no hago nada”. A partir de ese momento comprendí que aquello era una oportunidad para salir de mi zona de confort y crecer.
Concluí mis estudios preparatorios, proseguí con mi universidad, me gradué en el grado de comunicación en la Universidad Internacional de La Rioja. Realicé diversos cursos y diplomados, soy director de una emisora radial y he visto la mano de Dios en todo ello y esto ocurrió por una pregunta: ¿dónde estarás en 5 años?, la cual siempre he adjudicado a Dios. Siempre he creído que fue Dios quien me puso esa pregunta en mi mente y corazón que me ayudó a salir de mi área de comodidad.
En Josué 1:9 nos dice: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. Este pasaje es muy utilizado por los fieles para animarse a proseguir en su vida cristiana, y es fundamental para entender que Dios permanece con nosotros. A veces no lo queremos ver, y muchas otras ocasiones queremos ir hacia donde nosotros queremos, pero cuando entendemos que somos de Dios elegimos ser guiados por Él y es entonces cuando Dios nos muestra su mano de seguridad y nos guía.
Te invito a incluir a Dios en todos tus planes, en cada proyecto, cada sueño y anhelo, que sea Dios el principal accionista de esa empresa que tanto deseas crear, que sea Él quien te acompañe siempre, pero sobre todo que seas tú quien lo busque cada día. Y tú, ¿dónde estarás en 5 años?
“Señor, deseo que seas tú quien conduce mis proyectos. Que todo aquello que deseo para mi vida y mi porvenir, esté registrado primero en tu corazón, para yo poder ejecutarlo tomado de tu mano”.