Si nunca te llamaron soñador, loco, o te miraban raro cuando contabas alguna idea, esto no es para ti. Si no te sentiste fuera de lugar al proponer algo nuevo o fuera de lo común, o si ves las cosas de manera diferente a la mayoría.
A mí me pasó. Muchas veces me doy cuenta de que algunas ideas que se me ocurren o que Dios pone en mi cabeza, están adelantadas o son demasiado novedosas y cuando las expreso, me miran medio raro y pasan de la propuesta.
Con el tiempo empiezas a darte cuenta de las miradas, o comienzas a reconocer sus reacciones. Me ha pasado muchas veces, que ideas que no pude llevar a cabo o no me dieron espacio, luego fueron concretadas.
Les doy un par de ejemplos. Hace muchos años, por el 2008, se me ocurrió crear un juego que permitiera a los usuarios poder rastrearse por la calle y obtener diferentes recompensas. Lo propuse a un par de referentes que tenía en el mundo tecnológico, pero ni la conectividad o los dispositivos estaban muy preparados para esa idea. En 2016, se lanzó el Pokemon Go, un juego en el que los usuarios debían recorrer las ciudades en busca de Pokemones y el resto lo conocen.
En el 2007, estaban comenzando en mi país, Argentina, a utilizarse las lámparas de bajo consumo, pero la gente era reticente a comprarlas, porque tenían un precio elevado. Al mismo tiempo, había una crisis energética que costaba mucho dinero al Estado. Traté de llevar una propuesta a un Ministerio de Gobierno para que hicieran un canje de lamparillas comunes por lámparas Led. De esta manera, se reducía el consumo general, lo que paliaba la crisis energética a la vez que permitía a los consumidores optimizar sus gastos. Pero no pude ponerla en práctica.
Si eres como yo, te dejo algunos consejos que te van a permitir atravesar esas frustraciones y seguir adelante sin desanimarte. Nunca dejes de crear, o de soñar. Hay una razón por la que tenemos ideas o sueños. Creo que Dios pone eso en nosotros, porque “Él produce en nosotros tanto el querer como el hacer…”.
¡Sigue adelante! Algunas ideas se concretarán y otras no, pero tu mente se ejercita, aprende de los errores, y eso hará que tengas mejores ideas o sueños. Prepárate para el NO. La primera respuesta será muchas veces “no”. No porque sea una mala idea, sino porque no la expresamos bien, no se la contamos a las personas correctas, o es demasiado adelantada.
Prepárate para recibir respuestas negativas, pero no dejes de esperar un “si”, ni de seguir adelante, porque la frustración o dejar de lado las ideas, nunca te dará satisfacciones, es algo interior que no cesa y debemos canalizar. Mantente conectado.
La mejor manera de tener mejores ideas y de llegar a concretarlas en el momento correcto, o cruzarnos con las personas indicadas, es mantenernos en sintonía con Dios, en ser sensibles a las puertas cerradas por él y a los caminos abiertos por Dios también. Si sólo confiamos en nosotros, es seguro que fallaremos, porque somos humanos y no lo sabemos todo, ni vemos el futuro.
Los soñadores, los visionarios tenemos un don que debemos explorar, perfeccionar y usarlo para la extensión del Reino de Dios y el beneficio de nuestro prójimo.
“Señor, Tú creaste todo y pusiste en mi todo lo bueno. Te pido que sea fiel a los dones que me has dado y que pueda desarrollarlos para el beneficio de tu Iglesia y de Tu Reino. Ayúdame a ser sensible a tu voz y a tu guía”.