Las violaciones incluyen acoso, detención arbitraria, restricciones de movimiento y viajes, prohibición de asistir a servicios religiosos, confiscación de bienes y propiedades, y ataques a las redes sociales.
El informe documenta 657 violaciones de FoRB en 2022 y lo describe como un “salto asombroso de 272 en el año anterior”. En particular, este aumento se corroboró a pesar del hecho de que todos los documentalistas de CSW se vieron obligados a exiliarse en el transcurso del año debido a las continuas amenazas y hostigamiento.
“La situación de la libertad de religión o creencias se deterioró una vez más en Cuba en 2022, y sin una intervención internacional significativa y concertada, es probable que esta tendencia continúe hasta 2023”, dijo la jefa de defensa de CSW, Anna Lee Stangl.
Este aumento de las violaciones a la libertad religiosa es una continuación de la represión gubernamental que comenzó en 2021 tras las protestas del 11 de julio y ha afectado a asociaciones religiosas de todo tipo, incluidos grupos registrados y no registrados de los sectores afrocubano, judío, musulmán, protestante y comunidades católicas romanas.
Como en años anteriores, la Oficina de Asuntos Religiosos (ORA) sigue siendo la principal responsable de estas violaciones y mantiene una relación constantemente antagónica con los grupos religiosos a pesar de la creación del nuevo Departamento de Atención a Instituciones Religiosas y Grupos Fraternales del gobierno en marzo de 2022.
El informe sugiere que es probable que la situación se deteriore aún más tras la adopción de un nuevo código penal que entró en vigor el 1 de diciembre de 2022 y ampliará la capacidad del gobierno para reprimir a los líderes religiosos, especialmente a los asociados con grupos no registrados. Además, se implementará un nuevo código de familia en 2023 que fortalece la capacidad del gobierno para obligar a los líderes religiosos y a otros a cumplir mediante la amenaza de retirar a sus hijos si se percibe que sus padres o tutores no apoyan lo suficiente a las autoridades.
En ese contexto, el informe detalla una ola histórica de emigración en la que cientos de miles de cubanos han huido de la isla desde julio de 2021 para buscar refugio en otro lugar. Algunos líderes de la iglesia y defensores de FoRB fueron obligados a irse bajo amenazas de encarcelamiento y la pérdida de sus hijos, incluidos Ricardo Fernández Izaguirre, el periodista independiente Yoel Suárez y el líder del Movimiento Apostólico Alain Toledano Valiente.
El informe concluye: “Ahora es aún más vital que los gobiernos de todo el mundo, y especialmente los amigos y vecinos de Cuba en América Latina, expresen enfáticamente su preocupación por las constantes violaciones de los derechos humanos por parte de Cuba y busquen formas de apoyar a la sociedad civil independiente en Cuba, incluyendo grupos religiosos. La Unión Europea y los Estados Unidos, por su parte, deben buscar activamente formas de coordinarse entre sí y comprometerse con otros gobiernos, especialmente los del hemisferio occidental, para asegurar que las demandas de que el gobierno cubano haga reformas que se han retrasado mucho para asegurar que se protegen y defienden los derechos fundamentales de todos se hacen de manera coherente y al unísono. En última instancia, el futuro de Cuba está en su pueblo”.
“A pesar de esto, nos alienta la muchos líderes religiosos y defensores de los derechos humanos dentro y fuera de la isla que continúan hablando públicamente sobre la libertad de expresión y otras violaciones. Estamos con ellos e instamos a la comunidad internacional a hacer lo mismo prestando atención a las recomendaciones contenidas en este informe y exigiendo que el Partido Comunista de Cuba rinda cuentas por su maltrato durante décadas a grupos religiosos y de creencias en el país”, dijo Lee Stangl.
Fuente: Mundo Cristiano
