Tienes que decir: “No me importa lo que diga la historia; no me importa lo que diga la gente. Sé que Dios me ha dado una promesa”. Si quieres romper barreras y establecer nuevo territorio, y si quieres que tu vida marque una diferencia, necesitas comprender que habrá periodos de zarandeo. De hecho, cuanto peores sean los periodos de zarandeo, más gloriosos serán los avances. Pero no puedes comenzar con el avance; necesita comenzar estallando en tu propia mente y en tu propia fe. Cuando abras el camino y lo allanes para el avance, otras personas podrán seguirte.
Puede que tú seas la única persona que abre camino en toda tu familia; quizá seas el único que sirve a Dios. Tu familia puede que te haga pasar un periodo terrible si les pides que asistan a la iglesia contigo. Bien, permite que tiemblen y se zarandeen. Lo único que Dios necesita es una persona de apertura en la familia. Si Él puede conseguir y mantener a esa persona de apertura, los avances llegarán. Garantizado.
El profeta Miqueas dijo: “Subirá el que abre caminos delante de ellos; abrirán camino y pasarán la puerta, y saldrán por ella” (Miqueas 2:13). ¿Qué significa eso, “apertura”? ¿Apertura de qué? Apertura de las limitaciones autoimpuestas. Apertura de los pensamientos negativos. Apertura de las inseguridades. Apertura de los temores. Apertura de los fracasos del pasado. Haz estallar aquello de donde tú provienes y las limitaciones que te impusieron. Estallido de la depresión y la desesperanza. Estallido de una mentalidad de fracaso que dice: “nunca cambiará nada en mi vida”. Si tú abres camino, entonces el avance de Dios puede producirse.
Cuando se produce el avance de Dios significa que la línea de defensa de Satanás ha sido hecha pedazos, así que el avance tiene que ver con el enemigo. Pero la apertura también tiene que ver contigo. En lugar de decir: “Necesito un avance; necesito un avance; necesito un avance”, necesitas comenzar a decir: “Necesito una apertura; necesito una apertura; necesito una apertura”. Tú necesitas declarar: “No voy a dejar que estos temores me atormenten. No voy a permitir que el fracaso me domine. No voy a dejar que mis errores y mi pasado señoreen sobre mí”.
Al conocido experto en liderazgo, John Maxwell, le preguntaron cómo llegó a ser tan exitoso. Él contestó, citando a Thomas Edison: “Mi camino hacia el éxito fue el del fracaso”. Lo que quiso decir era que aprendió más de las cosas malas que sucedieron en su vida de lo que nunca aprendió de las buenas. Una de las mejores cosas que aprender de un aparente fracaso es recuperarse y probar otra vez. Tú dejas a un lado lo que no funcionó, y te dices: “bien, ahora sé lo que no funciona. Ahora puedo descartar eso de la lista”.
El cumplimiento de tus sueños no se producirá de la noche a la mañana; pero no tienes que esperar para siempre para obtener un avance. Puedes avivarte a ti mismo a descartar cualquier mentalidad que te esté reteniendo.
Extracto tomado del libro “Crea que usted puede”, de Jentezen Franklin. Una publicación de Casa Creación. Usado con permiso.