¿Sabías que cuando nacemos respiramos por primera vez a los 10 segundos del parto? Y claro que necesitamos hacerlo todo el tiempo, eso significa que estás vivo, que Dios no se ha olvidado de ti.
Aunque el enemigo quiera hacerte creer lo contrario, aunque te sientas ahogado y no veas la respuesta que tanto esperas y por la que llevas mucho tiempo orando, no dejes de insistir.
Respira, no estás sólo, aunque la soledad de la noche se apodere de las horas y aunque sientas que tus fuerzas se han esfumado. Respira… ¡tienes una oportunidad más de lograrlo!
Déjame contarte una pequeña anécdota que seguramente te ayudará. De chicos, solíamos hacer competencias para saber quién aguantaba más sin respirar debajo del agua y siempre teníamos a alguien fiscalizando que nadie haga trampa.
Aunque debo confesar que jamás superé los 4 segundos, mi hermano mayor siempre ganaba. “¿Cómo haces para no respirar?” fue mí pregunta inmediata en ese momento. No podía creer que tuviera tanta resistencia.
Y esa palabra fue la clave, había practicado durante mucho tiempo hasta superarse él mismo una y otra vez. Respira = Resiste; no todo está pedido si has puesto tu vida en las manos de Dios.
Es posible que hoy te encuentres debajo del agua, tapado de deudas, agobiado por las circunstancias que te toca atravesar. Quizás no puedas ver las bendiciones de cada día, porque se te ha nublado la vista, pero resiste. Si estás leyendo estas líneas es porque necesitas aguantar un poco más. La tormenta pasará, pero vos habrás ganado resistencia para enfrentar lo que sea.
Respira profundo, llénate de Dios, de su palabra, de su amor, de su Espíritu Santo. Respira hondo, la superficie está cerca, no dejes de creer, no dejes de luchar. Y jamás te olvides que si hoy respiras es porque el Creador está contigo. ¡Él no abandona a sus hijos!
“Señor vengo a tu presencia, agradecido porque jamás me has abandonado, porque en ti puedo confiar, porque mi fortaleza eres tú. Gracias porque en cada respirar me demuestras tu amor. Hoy dejo a tus pies mis cargas, sabiendo que tomas total control de todo, en el nombre de Jesús.”