Cada 17 de mayo, se celebra el día “Contra la Homofobia”, y desde hace unos años, el club de París adhiere a la comunidad LGBTQ+ pintando los números de las camisetas con los colores de la bandera gay. Curiosamente, el PSG es propiedad de un empresario qatarí, cuyo país, donde se celebrará el próximo Mundial, prohibirá cualquier manifestación homosexual durante el campeonato.
Ninguno de los artículos periodísticos de los medios especializados que mencionaron el incidente, aclara la razón por la cual el jugador Idrissa Gueye se negó, nuevamente, a usar el estandarte LGBTQ+. Solo enfatizaron que el año pasado, para la misma fecha, el jugador no participó del partido correspondiente aduciendo un problema estomacal. Esto, a las claras, pone un manto de duda al respecto de la veracidad expuesta por el futbolista en ese entonces.
A raíz de este hecho, la Federación Deportiva LGBTQ+, liderada por Eric Arassus, pidió una sanción para el jugador, expresando en un comunicado que “la religión no tiene por qué cuestionar en el deporte”, que “todos sus compañeros apoyaron la iniciativa, menos él” y que “es importante que haya una sanción, porque el club debe comprometerse con esta causa”.

Se intuye, por esta declaración, que los motivos de Gueye pasan por lo religioso, con lo cual, se pone de manifiesto la intolerancia de la comunidad gay, que pretende imponer su ideología, pero no respeta, en este caso, la de Gueye, cuyo compromiso con su religión le hizo elegir la opción de “no acceder” a usar esa indumentaria alusiva.
Por otra parte, es preocupante el mensaje cuasimafioso de la entidad gay, cuando recalca la importancia de una sanción para el jugador, como queriendo dar una lección a futuro para quienes también se nieguen a usar la parafernalia LGBTQ+ cuando ésta lo imponga.
Ante este panorama, lo que se ve avasallada es la libertad religiosa, la libertad de elección y hasta la objeción de conciencia del jugador Idrissa Gueye, a quien se lo empuja a realizar un acto contrario a sus convicciones religiosas “en nombre del respeto a la diversidad”.