Era cotidiano ver en las redes sociales de Germán “Chote” Garavito fotos suyas en algún centro médico, realizándose estudios, transfusiones y diversos análisis debido a su frágil estado de salud. Aunque sobrevivió a la pandemia, período en que tomó todos los recaudos necesarios a causa de su estado de vulnerabilidad, su corazón dijo “basta” y pasó a la eternidad, para continuar escribiendo historias en la presencia de Dios.
Pero para él, esas publicaciones siempre fueron la excusa para reflejar su profunda fe en Dios y el motivo por el cual siempre desembocaba una palabra de aliento para sus lectores. Esa fe inquebrantable fue una de las cosas que caracterizó al Chote.
Garavito fue un conocido comunicador social que, desde Colombia, regalaba innumerables escritos y su nombre solía aparecer en diversas publicaciones cristianas que accedían a esos recursos literarios. Incluso en este medio, VidaCristiana, ha contribuido con noticias del mundo editorial de su país.
Nos queda en el recuerdo el placer de intercambiar correspondencia con Germán, una persona amable, que desconocía por completo la palabra “egoísmo”. Los mensajes que sus conocidos y allegados están dejando en sus redes sociales no hace más que hablar de que nos dejó una de las personalidades más queridas del mundo de las comunicaciones. Será sólo por un tiempo. Lo volveremos a ver…