Bajo la tutela espiritual de Daniel Enríquez, quien lidera el ministerio Policías de Impacto, estos futuros oficiales vienen teniendo enseñanza bíblica y contención, elementos que serán vitales en el ejercicio de sus funciones, cuando deban transitar la calle e intervenir en beneficio de los ciudadanos.
El trabajo del ministerio Policías de Impacto viene gravitando de manera positiva en estos jóvenes que han tomado la decisión de seguir a Cristo, reflejarlo en sus vidas y hacerlo de manera pública. El templo se pobló de amigos y familiares de estos reclutas que, además de pasar por las aguas del bautismo, recibieron una certera palabra de Dios a través de Osvaldo Carníval, pastor de Catedral de la Fe.
Basado en el episodio en el que Jesús habla con unos soldados (Lucas 3:14), Carníval hizo hincapié en el uso responsable de la posición de poder y de decisión que tendrán los futuros policías. Palabra que los 60 efectivos tomaron con la seriedad que ella requería: “No extorsionen a nadie, ni levanten calumnias; y estén satisfechos con el salario que tienen”, les advertía Jesús a los soldados que, en esa escena, le preguntaban qué debían hacer. Y esa advertencia fue muy bien parafraseada por Carníval, previo a tomarle una especie de juramento público, donde los cadetes, al unísono, dijeron “Sí” al preguntárseles si iban a seguir a Cristo y a reflejarlo durante el cumplimiento del deber.
La ceremonia contó, además, con la participación de la Orquesta de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, que ensambló con el grupo Shekinah Gospel Brass para interpretar una obra litúrgica que fue recibida con aplausos por los allí presentes.