Lis Milland es una de esas personas que ha dedicado su vida al enmarañado mundo de la mente humana. Por esa razón, el estudio del comportamiento de las personas la mantuvo ocupada durante varios años. Y desde hace más de dos décadas, viene desenvolviéndose como consejera profesional, trayecto en el que se cruzó con innumerables casos que la posicionan hoy como una palabra autorizada para hablar sobre estos temas tan poco planteados en el mundo cristiano.
¿Cuándo se te dio el impulso por seguir esta carrera?
Cuando yo era adolescente, mi madre siempre me decía que debía escoger una carrera para ayudar a las personas. Ella, quien fue una mujer muy sabia, identificó que mis amigas me buscaban para contarme sus problemas. Notaba que el Señor me había dado gracia y sabiduría para dar consejos. Aunque ahora mi mamá vive en el cielo le doy las gracias al Señor porque ella pudo ver Su plan para mi futuro.
Durante mucho tiempo se consideró incompatible hablar de cristianismo y psicología. ¿Cómo hiciste para evadir los prejuicios que hubieran atentado con cambiar tu decisión a la hora de elegir una carrera que está tan emparentada con esta profesión?
A pesar de los prejuicios, los que aún existen lamentablemente, en esa supuesta incompatibilidad yo siempre pude ver la congruencia. Para mí es imposible desligar la intervención con mis pacientes de una experiencia espiritual. De hecho la mayoría de mis pacientes, que ya son más de 20.000, refieren que la razón por la que asisten a mi clínica es precisamente porque para ellos es una vivencia en el Espíritu. Ya las ciencias de la conducta humana han comenzado a reconocer que los seres humanos somos espirituales por naturaleza y cada vez más se validan las técnicas espirituales de intervención en los procesos clínicos.
Si tuvieras que definir rápidamente que la psicología es un complemento válido a la hora de ministrar espiritualmente a una persona, ¿cómo lo expresarías?
La psicología es un instrumento válido a la hora de ministrar porque una cosa no se debe desligar de la otra. Cuando se describe al ser humano como uno integral se refiere a que las distintas áreas de nuestro ser tienen un impacto sobre la otra. Es decir, los procesos mentales tienen influencia en lo espiritual y lo espiritual tiene un impacto en nuestra parte psicológica.
A lo largo de todos estos años de trayectoria, uno imagina que te habrás encontrado con los más variados casos de desorden mental y emocional, aún en el ámbito cristiano. ¿En qué aspectos consideras que la iglesia ha fallado o, al menos, no ha sabido trabajar eficazmente a la hora de tratar a una persona con problemas psicológicos?
El área predominante de mejoramiento de la iglesia en cuanto a la integración de los asuntos de salud mental es precisamente el reconocimiento de la validación de la intervención de profesionales de ayuda. Aunque esto ha mejorado muchísimo al pasar de los años todavía existe el prejuicio de que personas que asisten a una iglesia puedan buscar a un consejero, psiquiatra o a un psicólogo para manejar asuntos de salud mental. También continúa demonizándose los diagnósticos de salud mental como la esquizofrenia, la bipolaridad y las depresiones. Todavía se escucha el mensaje “hay que reprenderles ese demonio” en lugar de identificar que un psiquiatra debe evaluar esos casos porque se trata de desbalances químicos en el cerebro. Son una enfermedad como cualquier otra que requiere tratamiento.
En este último tiempo, ¿qué cambios notas en la iglesia cristiana a la hora de abordar estos temas y al tratamiento de personas con dificultades psicológicas?
Estoy muy contenta y seguramente muchos colegas cristianos también lo están con el hecho de que cada vez hay mayor conocimiento dentro de la iglesia sobre la importancia de trabajar la salud mental y que esto se haga a través de profesionales de ayuda. Cada vez son más las personas cristianas que deciden estudiar alguna carrera dentro del campo de la conducta humana.
¿Qué te motivó a escribir “El perfil psicológico de Jesús”? ¿Qué recepción tuvo en el público?
Lo que me motivó a escribir el libro “El perfil psicológico de Jesús” es que no había visto ningún libro en el que se estudiaran las emociones y la parte humana de nuestro amado Señor Jesucristo. Existen varios libros sobre su divinidad pero ninguno sobre su parte psicológica. Fue una vivencia excepcional el poder comprender a través de los cuatro evangelios que el Señor vivió absolutamente todo en el campo emocional. Él lo sufrió todo. No hay emoción que no haya experimentado. A la misma vez todo lo venció. Así como Él venció, nosotros también podemos vencer a través suyo. Es maravilloso tener a través de la persona de Jesús la manifestación de Dios que nos entiende y que puede ser empático con nuestros dolores emocionales.
Las personas han tomado con gran receptividad este libro. Sobre todo gente que padece de ansiedad o tristeza dado a que pueden ver en Jesús a alguien con quien pueden identificarse, pero a la misma vez llenarse de esperanza.

Vas a tener un gran protagonismo en la inminente edición de Expolit 2022, dando conferencias, presentando obras… cuéntanos un poco cómo será tu andar en la máxima cita de la cultura cristiana hispanoparlante.
Tengo grandes expectativas con Expolit 2022. Asisto a este evento desde el 2013 año tras año y tengo gratas memorias de estas experiencias. ¡He conocido gente maravillosa! Se han abierto puertas de bendición para mi ministerio. Este año estaré participando en diferentes foros, compartiendo temas relacionados a la autoestima de la mujer y a los retos emocionales que enfrentan los ministros como lo es la ansiedad y la depresión en la pastoral.
Háblanos de tu último lanzamiento literario y cómo estás proyectando el resto de este año.
Estoy inmensamente feliz con lo que ha ocurrido con mis últimas dos publicaciones: “Mujer, conoce tu valor y vive con propósito” de la editorial Casa Creación y “Gana la batalla en tu interior” de la editorial Unilit. Todos los días recibo testimonios de lo que el Espíritu Santo ha hecho a través de estos libros, incluyendo prevenciones de suicidios. Próximamente revelaré mi nueva publicación. Un proyecto del que estoy totalmente enamorada y que está muy atado a mi corazón. Estoy creyendo en Jesús que tendrá un impacto en cada persona que lo lea. Siempre es mi oración que en cada página el Señor haga una obra transformadora y sanadora.
