Es muy triste vivir la vida de otra persona, y es totalmente asfixiante vivir por debajo de su potencial. No hay recompensa en lograr los planes de otros para su vida; sin embargo, habrá personas que constantemente intentarán meterle en sus agendas. Otras personas siempre tienen una opinión sobre lo que usted debería hacer con su vida. Su madre quizá piense que debería enseñar en la escuela porque es una vocación que representa un sueldo regular. Su padre quizá le insiste diciéndole que estudie medicina porque usted consiguió buenas notas en ciencias. Su mejor amigo piensa que usted debería abrir una guardería porque se le dan bien los niños. Su abuela le dice que abra un periódico porque es un buen escritor. Todas esas profesiones son buenas, y el servicio que dan a la humanidad es de mucho valor. El problema es que si la vocación no refleja su destino, no es buena. Read more: Cultive una gran mente
