La vida es un constante fluir de decisiones. Desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos, estamos tomando decisiones. En todos los aspectos de la vida nos tenemos que enfrentar a múltiples elecciones para poder resolver ya sean grandes o pequeños problemas que debemos solucionar. Muchas veces tomamos decisiones sin darnos cuenta, pero en muchas otras ocasiones nos enfrentamos a elecciones que van a determinar nuestro futuro. A esto yo le llamo “decisiones de destino”. De hecho, la mayoría de la gente que va a terapia lo hace porque está en el proceso de tomar una decisión verdaderamente importante, como, por ejemplo: si permanecen en una relación o la terminan, si se van a vivir a otro país, si se cambian de iglesia, si buscan otro trabajo o si tienen hijos, entre otras cosas.
Sin embargo, son muchas las personas que afirman que les resulta difícil tomar decisiones, y es posible que tú seas una de ellas. Mientras estás leyendo esto, ¿habrá alguna decisión que debes tomar en tu vida? La voluntad de Dios para ti no es que te quedes estancado. Vivir significa elegir. No tomar decisiones implica inmovilidad y bloqueo. Cada vez que proyectamos nuestro futuro en cualquier ámbito de la vida, se abren ante nosotros alternativas y posibilidades. Contempla frente a ti una inmensa puerta abierta que te conduce a un camino lleno de extraordinarias oportunidades.
Idealmente, nuestras decisiones deben ser asertivas. ¿Qué es la asertividad? Es la capacidad de tomar decisiones de manera libre y espontánea, sin temores infundados ni ansiedades innecesarias. Si permitimos que el temor nos domine ante los procesos de toma de decisiones, no daremos un paso al frente y te aseguro que algún día mirarás hacia atrás y te arrepentirás de lo que debiste haber hecho y no hiciste. Una gran cantidad de mis pacientes en terapia, cuando finalmente implementan una decisión y ponen en acción el análisis que han hecho para la solución, me dicen: “No era tan difícil como yo creía”. Esto es así porque vivir con el problema es mucho más complejo que salir de él. Así que en este instante quiero animarte a hacer lo que debes hacer y a no dejar que el miedo te estanque.
Tomado del libro “No temas”, de Lis Milland, de reciente aparición. “No temas” es un producto de Casa Creación.