Más de 10.000 pastores, líderes e influyentes cristianos de todas las latitudes se encuentran reunidas por estos días en la ciudad de Incheon, Corea del Sur, con motivo del Cuarto Congreso de Lausana.
Para quienes no están familiarizados con este movimiento, el mismo trata de conectar influenciadores e ideas para la misión mundial con una visión del evangelio para cada persona, iglesias formadoras de discípulos para cada pueblo y lugar, líderes como Cristo para cada iglesia y sector y la influencia del Reino en cada esfera de la sociedad.
La historia del Movimiento de Lausana comienza con el evangelista Dr. Billy Graham. Cuando empezó a predicar internacionalmente, desarrolló una pasión por “unir a todos los evangélicos en la tarea común de la evangelización total del mundo”.
En la década de los ’70, Billy Graham percibió la necesidad de un congreso mundial para reformular la misión cristiana en un mundo de agitación política, económica, intelectual y religiosa. Creía que la iglesia debía comprender las ideas y los valores detrás de los rápidos cambios en la sociedad.
En julio de 1974, más de 2400 participantes de 150 países se reunieron en Lausana, Suiza, para el Primer Congreso Internacional de Evangelización Mundial. La revista TIME lo describió como “un formidable foro, posiblemente el encuentro de cristianos de más amplio alcance que se haya realizado jamás”.
Allí comenzó a gestarse este encuentro que, a pesar de tener sedes cambiantes en cada edición, continúa denominándose “Encuentro de Lausana”. El Pacto de Lausana, redactado por un comité internacional presidido por John Stott, ha llegado a ser considerado como uno de los documentos más significativos de la historia de la iglesia moderna. Definió la necesidad y las metas de la evangelización, reuniendo a evangélicos de diferentes trasfondos y moldeando gran parte de sus esfuerzos durante el resto del siglo.
Este Congreso es una gran oportunidad para conectarse entre líderes de diferentes países. A la presente edición asistieron más de 10.000 personas de los cinco continentes, habiendo más de 220 naciones representadas. Lausana constituye un espacio ideal para relacionarse y buscar puntos en común en lo que respecta a la tarea evangelizadora de la iglesia a nivel global y analizar estrategias para alcanzar a las nuevas generaciones.
En los próximos días, Vida Cristiana reportará testimonios y coberturas de colegas que se encuentran en Corea y que compartirán, de primera mano, sus experiencias y conclusiones de cara a la evangelización en el tiempo venidero.