“Tu creaste la mente humana y sabes bien lo que todos hacen” (Salmos 33:15 TLA).
Nuestro cerebro es una central de procesamiento hipercompleja, materia de estudios científicos desde hace décadas. Hoy contamos con mucha información sobre su funcionamiento, pero al mismo tiempo sabemos muy poco debido a su intrincada composición. Si bien esta compleja “huella de Dios” podría abordarse de varias maneras, básicamente es una masa de tejido gris rosáceo compuesto por unos cien mil millones de células nerviosas interconectadas en redes.
El cerebro es, además, el mayor órgano del sistema nervioso central y forma parte del centro de control de todo el cuerpo. También es responsable del origen y funcionamiento del pensamiento, memoria, emociones y lenguaje. Es, como algunos dicen, “el órgano del conocimiento”.
Dentro de los mitos que lo rodean, hay por lo menos tres certezas incuestionables: es el órgano del cuerpo que más trabaja, el que mayor complejidad presenta y el que mayor diversidad muestra. “Lo cierto es que lo tenemos ahí en la azotea -el cerebro- es seguramente lo más complejo del universo” (Diego Golombek, doctor en Biología).
El cerebro humano procesa simultáneamente una asombrosa cantidad de información. Capta todos los colores y objetos, la temperatura de alrededor, la presión de los pies sobre el piso, los sonidos, lo seco de la boca, hasta la textura de teclado. El cerebro registra y procesa todas las emociones, pensamientos y memorias.
La complejidad del cerebro humano es inimaginable. Aunque la ciencia, y la neurociencia en particular, viene anunciando descubrimientos mes a mes, lo que se está conociendo, aun siendo un 10% de la complejidad del cerebro, sorprende.
El neurocientífico argentino Facundo Manes explica en su libro “El cerebro del futuro”, que se estima que tenemos unos 85 mil millones de neuronas que generan impulsos eléctricos. Cada una de las neuronas puede tener hasta 1000 conexiones (lo que equivale a 85 billones de sinapsis, los puntos de contacto en el que se comunican las neuronas).

Para Manes, la complejidad del cerebro radica en cómo las sinapsis varían en base a instrucciones genéticas y a la experiencia. Las neuronas cumplen su función siguiendo un programa genético. De esta manera, cada neurona procesa impulsos eléctricos y químicos en respuesta a señales que les llegan de otras neuronas.
La complejidad del cerebro humano es inimaginable. Aunque la ciencia, y la neurociencia en particular, viene anunciando descubrimientos mes a mes, lo que se está conociendo, aun siendo un 10% de la complejidad del cerebro, sorprende.
El cerebro humano procesa más de un millón de mensajes por segundo. Tu cerebro evalúa la importancia de todos estos datos, filtrando lo que relativamente no tiene importancia. Esta función de filtrado es lo que te permite enfocar y funcionar efectivamente en tu mundo. Un cerebro procesa más de un millón de datos por segundo, mientras evalúa la importancia de ellos y te permite actuar de acuerdo a la información más relevante.
El cerebro funciona de manera muy distinta que otros órganos. Hay inteligencia en él, la habilidad de razonar, generar sentimientos, de soñar y planear, de actuar, y relacionarse con otras personas. El cerebro humano tiene particularidades únicas y singulares.
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