Hace unas semanas le hicieron un reportaje a una joven cantante y referente entre las adolescentes. Ella abrió su corazón y fue analizada luego en programas de TV. A mí me dejó los siguientes titulares: “No voy a poder salir de este lugar oscuro”, “quedé atrapada en la crítica”, “no existe lo que no se nombra”, “modificaba mis fotos para parecer…”.
Los expertos coinciden en llamar a los adolescentes actuales como “La Generación de Cristal”, comprendida entre los 14 y 23 años. Sus características más sobresalientes son: fragilidad, poca tolerancia, ansiedad, inseguridad, sobreprotección, facilidad tecnológica, dependencia de internet, incomunicación personal, inconstancia en los objetivos, todo ya hecho y facilitado. Una característica llamó más mi atención: Distorsión de la realidad.
Frente a la frustración la Biblia sigue siendo actual y las palabras de Jesús nos guían para poder ver correctamente la vida. “…en el mundo afrontarán aflicciones” (Juan 16:33). El mundo actual está lleno de problemas, no todas las cosas son fáciles. Ni siquiera el hecho de ir a una iglesia te librará de ellos, “los que son de Dios podrán tener muchos problemas…” (Salmos 24:19). No queremos enfrentar problemas y hasta pareciera que pretendemos ignorarlos creyendo que desaparecerán. Como solución, el sistema presente nos ha llegado a proponer “aprobar” sin pasar por las pruebas. Pedimos oportunidades y estamos rodeados de ellas, pero la perspectiva distorsionada no nos permite verlas.
No evites las dificultades, enfréntalas por más difíciles que parezcan. Tienes dos opciones: aprendes y creces, o te estancas. Los problemas no aparecen para frenarte, quebrarte o lastimarte, son oportunidades para ser alguien mejor.
En medio de una situación adversa es bueno buscar la mirada de alguien más para comprender la realidad. Dios ve tu aflicción como “leve y pasajera” (2 Corintios 4:17) y no porque no le importe tu pesar, sino porque Él ve desde su poder y conoce que más adelante ya la habrás superado y seguirás creciendo en su propósito. Quien controla tu perspectiva controlará tu realidad. Piensa por un instante, ¿quién está dándote todo hecho para que solo seas un mero consumidor de la vida? ¿Quién está controlando tus mejores años como un necio espectador de logros ajenos?
El mismo Jesús, que te anticipó que la vida no sería fácil, también te dice “¡Anímense! Yo he vencido al mundo”. “Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración” (Romanos 12:12). Es tiempo de abandonar la inercia, ser y hacer aquello para lo cual fuiste creado. Acércate más a quién te ama y conoce de verdad; te dará su paz.
Tú puedes decidir qué tipo de cristal serás, aquel que se destroza ante el menor golpe o uno que, con el poder de Dios es irrompible. Si confías en su visión y planes para tu vida, el Señor te promete: “Te haré más duro que los diamantes y las piedras. Así que no tengas miedo ni te asustes” (Ezequiel 3:9).
El diamante, siendo un cristal, es el tercer material más duro de toda la tierra. Tú, fundamentado en Dios, ¡no tienes imposibles!
“Señor, gracias por sacudirme con esta reflexión y recordarme que fui creado con propósito. Dame de tu fuerza para enfrentar cada problema y sabiduría para crecer, en esta etapa, haciendo lo bueno. Amén”.