La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha hecho un llamado para despenalizar el aborto en Costa Rica y que sea practicado como legalmente libre.
Ante este hecho la Federación Alianza Evangélica Costarricense (FAEC) anunció este pasado jueves 23 de mayo que rechaza con total determinación esta posición de la ONU, entendiendo que esta organización, así como otros organismos internacionales, pretende acabar con la soberanía como nación y atentar contra la vida de los más indefensos.
En sus declaraciones han realizado también un llamado vehemente a las autoridades del Gobierno de la República, pidiendo “Defender nuestra soberanía como Estado costarricense ante las presiones de organismos internacionales, respetar y proteger el derecho fundamental a la vida de toda persona. No renunciar a proteger la vida como principal derecho humano”, indicaron mediante comunicado de prensa.
Además, ante esta situación creen firmemente que los valores y derechos humanos están por encima de toda otra consideración, y entre ellos está el valor supremo de la vida.
También, aprovecharon para pedirle al presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, que no permitiese que Costa Rica firme las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI), que pretende poner en conocimiento la Organización Mundial de la Salud (OMS) a los países miembros.
“De aprobarse las enmiendas, las recomendaciones de la OMS ya no serían recomendaciones, sino disposiciones que deben ser acatadas obligatoriamente ante una eventual emergencia sanitaria ocasionada por una pandemia como la vivida por el Covid-19, con todas las implicaciones que eso pueda traer a nuestro país”, explicó el pastor Ronald Vargas, presidente de la FAEC.
Tras este comunicado de la FAEC las negociaciones entre los países miembros de la OMS para elaborar un tratado sobre la prevención y la lucha contra las pandemias concluyeron el pasado viernes sin un consenso, tras dos años de esfuerzos.
El RSI es un instrumento de derecho internacional, legalmente vinculante, que cubre medidas para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas. Fue aprobado por la 58a Asamblea Mundial de la Salud en el 2005.
En el caso de Costa Rica, fue aprobado y oficializado en el ordenamiento jurídico costarricense mediante el Decreto Ejecutivo No. 34038.
Fuente: Evangélico Digital