En estos días, en prácticamente toda Latinoamérica, hay revolución y lucha social. Protestas, manifestaciones, elecciones presidenciales y legislativas, gente que reclama paz, otra que reclama derechos. Hay como una gran tormenta negra, que angustia, que oscurece. Las personas se enfrentan a desconocidos por el simple hecho de no pensar de la misma manera. Todos enajenados. Absorbidos en sus propios dolores, pareceres y pensamientos. Agoreros y profetas, cristianos y no cristianos. Hombres y mujeres. Todos enfrentados en un “todos contra todos”.
Y en el medio te encuentras tú. Como en un gran cine de 360 grados. Mirando hacia todos lados. Viendo cómo pasan las balas a tu alrededor. Levantas la vista al cielo en señal de única solución, y si lo haces, déjame decirte: ¡No erras al buscar a Dios y Su Reino! Dios, el Padre, el pastor de nuestra alma siempre está accesible y disponible para cobijarnos en sus manos.
Alinearnos a Dios, buscar su voluntad, nutrirnos de su Palabra, pasar tiempo orando a Él, dejar que su Espíritu Santo nos envuelva y nos brinde refugio. ¡Sí, nuestros pensamientos pueden volar y crear desconfianza en nosotros! Pero puedes educar a tu mente para que poco a poco, se aleje de otros pensamientos y enfocarse sólo en Dios. ¿Cómo?
Cuando experimentes algo hermoso, agradécele al Padre por ello. Cuando un ser amado te llene de alegría, recuerda que Dios es la fuente de ella. Pon recordatorios de su presencia en tu casa, en el carro o en la oficina. También es sabio memorizar las Escrituras ya que finalmente son acerca de Él y así logras conocerle íntimamente. Podrás descubrir su inmenso amor y su paz inmutable. Entenderás porque somos como habitantes de otro mundo, porque podrás atravesar por el medio de las dificultades y las balas ni te tocarán.
Muéstrale confianza poniendo en tu mente y corazón su Palabra, la Biblia. Aún las cosas no deseadas como el dolor y los problemas pueden ser un recordatorio para que te comuniques con Él. Enfocarte en su presencia porque te protege de estancarte en problemas, sin poder progresar. Dice Isaías 26:3: “Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.” y en Filipenses 4:6-7: “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”. Sólo por mencionar dos pasajes bíblicos.
Dicen los estudiosos que en la Biblia hay 365 “No temas”, uno para cada día del año. Y de Luis Palau aprendí que se puede leer un Proverbio por día y cuando el mes llegue a 31 días completarás el libro y adquirir sabiduría para cada jornada de tu vida. Alinear nuestro pensamiento con el Señor es un camino que nos lleva directo al centro del Reino de Dios. Jesús recomendó: “…busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas” (Mateo 6:33).
La paz, el gozo, el amor, la tranquilidad en medio de la tormenta llegará tan sólo si alienamos nuestro pensamiento y corazón al pensamiento y corazón de Dios.
“¡Vengan a las aguas todos los que tengan sed! ¡Vengan a comprar y a comer los que no tengan dinero! Vengan, compren vino y leche sin pago alguno”. (Isaías 55:8).
Antes el mismo profeta Isaías dice: “Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano”. (55:6).
Hermano, hermana, si estás buscando paz; si estás buscando un momento de quietud; si el agobio llegó a tu vida y la realidad te ofreció una cachetada insolente… ¡No te niegues más la oportunidad de ir al trono de la gracia a recibir el oportuno socorro! El momento es ahora.
“Señor, haz que mis pensamientos estén alineados a ti, para que en medio de cualquier situación adversa, pueda encontrar el camino que tienes preparado para mi vida”.
