Cada problema o prueba que atravesemos, aprendamos a utilizarlos a nuestro beneficio para un fin glorioso en Cristo. Cuando tenemos que atravesar algo difícil, probablemente por nuestra mente pase la posibilidad de rendirnos, pues es demasiado grande el problema que pensamos que no lograremos avanzar.
¿Cómo poder utilizar los problemas a nuestro favor?, Yo lo he resumido en 3 puntos:
Aceptando el Problema
A veces el problema es muy grande que no queremos aceptarlo y queremos quitarlo de nuestras vidas para poder ser felices y vivir tranquilamente. En Job 1:21 dice: “Y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”.
Pero, ¿quién era Job? La Biblia menciona que era un hombre apartado de todo mal, hombre perfecto, tanto que el mismo Dios se enorgulleció de Job delante de Satanás y le dijo: “¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” (Job 1:8).
Dios sabía quién era y estaba orgulloso de él. Entonces, Satanás le dice: “Quítale todo lo que le has dado y verás si no te reprocha por ello”, y Dios le dio permiso a Satanás de tocar todos sus bienes, hijos, y cuerpo, pero no su vida y en un instante, sus hijos e hijas murieron, fuego del cielo cayó y quemó su ganado y pastores, mataron a sus criados y Satanás hirió a Job con una sarna maligna desde la coronilla de la cabeza hasta la planta de sus pies. Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él y Job estaba sentado en cenizas.
Todo eso le sucedió en un instante, pero él lo que dijo fue “Jehová dio, quitó, sea su nombre bendito”. Después de todo el problema que estés atravesando, debes aceptarlo. Es difícil, pero es la única manera. No hay nadie que no haya llegado a un lugar alto sin antes haber pasado angustias o dolor.
Tener Fe en Dios
Tener fe en Dios es algo que siempre debemos hacer, porque si no tenemos fe, sería imposible agradar a Dios. Pongámonos a pensar e imaginemos que esa persona a quien tanto admiras o tanto quieres te dice “No me agradas”; se siente feo, como un golpe en el estómago y eso es lo mismo que Dios diría si nos faltara fe.
Hebreos 11:6 dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que lo hay, y que es galardonador de los que le buscan”. Debemos tener fe en todo momento. Si el problema es demasiado grande, confiemos en Dios que es aún más grande que ese problema y te ayudará a salir de ello.
Accionar esa fe
Un ejemplo de uno de los hombres más entregados a Dios y un seguidor suyo es Pedro. En alguna ocasión mientras ellos navegaban, veía una figura en el mar. Algunos de los discípulos que iban decían que era un fantasma, pero era Jesús quien caminaba sobre el agua. Entonces Pedro dice a Jesús: “Si eres tú, Maestro, haz que yo vaya hacia ti”. Me impresiona tanto la actitud de Pedro, demostraba una gran confianza en Jesús.
“Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas”. (Mateo 14:28). Cuando Pedro sale de la barca y comienza a caminar sobre las aguas hacia Jesús, todos quedaron impresionados. Y eso es tener confianza en Dios y accionar esa fe que tenía en Jesús. Sin embargo, siempre habrá problemas en el proceso.
En Mateo 14:30-31 dice: “¡Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?” Los problemas van a estar ahí, tú no los vas a quitar, es Dios quien lo va a hacer. Pedro al ver las aguas y esa tormenta comenzó a dudar y poco a poco empezó a hundirse, pero Jesús en su gran amor le salvó.
“Señor, cuando esté atravesando ese mar turbulento, no quiero ver a los lados, solo observarte y creer en ti en todo momento, como Job, como Pedro. Que los problemas sean ocasión para que aprenda a depender más y más de ti”.