Día con día nos levantamos con mil cosas por realizar e incluso decimos: “es que el tiempo no nos rinde”. En nuestra cabeza hay ideas, sueños, metas y objetivos por alcanzar. Es muy fácil dejarnos llevar por el afán y llegar a tomar decisiones erróneas.
El versículo para meditar el día de hoy habla fuerte a nuestro interior diciendo: “Te haré entender y te enseñaré”. Antes de iniciar este día o si estás leyendo esto ya en una hora avanzada, pongamos a Dios en primer lugar en nuestra vida y entreguémosle todo proyecto, duda o preocupación. Él, en su sabiduría divina, nos hará comprender el camino por el cual debemos ir, o la decisión que debemos tomar. Dependamos siempre en totalidad de Dios, y recuerda que lo que decidamos hoy, dará su fruto el día de mañana.
“Jesús, hoy vengo a ti, entendiendo que necesito tu guía y discernimiento para cada paso a seguir. Gracias por cuidar de mí y enseñarme tu perfecta voluntad para mi vida”.