¿Cuál es la parte más interesante de la vida de un cristiano? ¡Sí, la parte práctica es realmente una interesante aventura! Cuéntame una de esas veces en que una enseñanza de Jesús te llevó a una tarea práctica y que elegiste obedecer aunque te costó un poco. ¿Lo recuerdas? ¡Qué bueno! ¡Seguro valió la pena vivirlo!
Hace poco me pasó algo curioso. Algo que creí que sabía, pero de un momento a otro se volvió una importante intriga. Y es que esta pequeña palabra (Honra) comenzó a sonar tanto en mi mente, al punto que dije: “¿Qué es esto de la honra?”
Busqué el significado y para beneficio de la memoria, lo resumo en pocas palabras: Honrar es valorar y dar muestras de ello.
Saberlo llamó mucho mi atención e hice estas preguntas: ¿Por qué a veces me cuesta ver el valor en el otro? ¿Para honrar tengo que hacer algo o sólo decirlo? ¿La honra es una muestra externa o también es de corazón? ¿Por qué he dejado de ver el valor en alguien que antes sí valoraba? ¿Estoy honrando mi vida?
Sé que Papá Dios me enseña a honrar porque es necesario hacerlo, porque es hermoso dar muestras de honra con palabras y acciones que salen desde el corazón, con un entendimiento genuino de lo que estoy haciendo. Ahora, empecé a darle valor al prójimo (puede ser conocido o no). Ahora, al levantarme cada mañana recuerdo: “Hoy voy a honrar a Papá Dios, honrando mi vida y honrando a los demás”.
“Jesús, quiero vivir esta enseñanza. Tú eres mi mayor ejemplo de honra. Hoy y cada día quiero que me guíes para saber cómo hacerlo. Gracias, Jesús”.