Hace pocos días se vio en la cuenta de Twitter de Tim Tebow un mensaje de concientización acerca de la trata de personas. Mensajes como éste se suelen ver en sus perfiles de redes sociales, impregnados también de mensajes cristianos y llamados constantes para que la gente se vuelva a Dios.
Así transcurre la vida pública de uno de los jugadores más reconocidos del football americano, quien hasta hace poco tiempo estaba en la práctica activa y hoy se desenvuelve como comentarista en una cadena televisiva de deportes.
Pero la noticia que ocupó algunos titulares en el último mes fue que su nombre será inmortalizado junto al de otros 18 jugadores que integrarán el Salón de la Fama del Football Universitario Clase 2023.
Lo notable de la elección para este reconocimiento es que no solamente el jugador debe destacarse dentro del campo de juego, sino también ser considerado un ciudadano ejemplar. Tebow ha dado muestras de ello y uno de los aspectos que más se destaca de su persona es su ferviente fe, la cual comparte públicamente.
En sus días como deportista activo, Tebow ha sido blanco tanto de reconocimientos por su destreza en equipos como Broncos Denvers o los Jacksonville Jaguars, como de críticas mordaces por quienes son contrarios a la fe cristiana y buscaban la manera de desacreditarlo.

También, como toda estrella popular del deporte, tuvo que soportar el asedio de partidos políticos que lo han querido tentar para que su imagen acarree votos y hasta una modelo de Playboy se había propuesto el desafío de “hacerle perder la virginidad” a Tebow, cuando éste aún era soltero.
Otro de los aspectos que convirtió a Tebow en blanco fácil para el sector progresista fue su activismo provida. La historia de Tim pendió de un hilo cuando a su madre le habían sugerido abortarlo por un riesgo en su embarazo. La negativa de su mamá y la fe puesta en que Dios tenía el control de la situación, hicieron el resto. Y hoy, Tebow es un testimonio vivo de haber apostado por la vida.