La Corte Constitucional de Ecuador ha suspendido la objeción de conciencia con la que los médicos podían negarse a realizar un aborto en casos de violencia sexual. Vuelve a producirse algo habitual en Hispanoamérica: los tribunales, a través de sentencias ideologizadas -siempre en el mismo sentido- se convierten en órganos legislativos por encima de los propios parlamentos.
La decisión de la Corte Constitucional se dio tras analizar una demanda de inconstitucionalidad que hiciera un grupo de colectivos feministas a la Ley Orgánica que Regula la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Pero, la decisión del organismo no solo se limita a la objeción de conciencia personal, sino también a la institucional.
El artículo 25 de la ley prohibía al personal del sistema nacional de salud “alegar objeción de conciencia de forma institucional, cuando se trate de hospitales estatales”. Con los cambios efectuados por la Corte, el artículo prohíbe a todo el personal del sistema nacional de salud alegar objeción de conciencia de forma institucional.
Estas modificaciones se suman a las que el organismo hiciera el 28 de noviembre de 2022, cuando suspendió los requisitos que debían presentar las mujeres víctimas de violencia sexual, que querían abortar. Además, eliminó la obligación que tenían las menores de edad (niñas y adolescentes) de presentar una autorización de su representante legal para acceder a este procedimiento.
Esta decisión de la Corte ha dividido las aguas en Ecuador, tanto entre la población como entre los especialistas en el campo de la medicina y el derecho. El médico Víctor Álvarez, expresidente del Colegio Médico de Pichincha, considera que la resolución de la CC “es muy abierta” y que “está violentando el derecho a la objeción”. El galeno explica que este derecho personal a la objeción de conciencia es un elemento que está sustentado en normativas internacionales y al que puede optarse a base de creencias religiosas, pero no puede ir en contra de la vida de los pacientes en ningún caso.
Por su parte, Virginia Gómez de la Torre, también médica y directora de la Fundación Desafío, celebra la decisión de la CC y difiere en que exista esa facilidad de buscar otro centro u otro profesional que realice un aborto en zonas rurales, alejadas o para víctimas de bajos recursos.
Fuente: Evangélico Digital y diario El Universo