Mientras se disputaba la Copa del Mundo en Qatar, a finales del año pasado, se hizo notorio el caso de Amir Nasr Azadani, el futbolista iraní por el que pesaba una posible pena de muerte por haber sido parte de las protestas que se realizaron en el país asiático luego de que Mahsa Amini, una mujer que, por no usar el velo tal como lo exige el régimen dictatorial iraní, fuera apresada y asesinada, presuntamente, por las fuerzas policiales.
Las protestas en las que participó Azadani derivaron en la muerte de tres miembros de los basijis, la fuerza paramilitar del régimen. Además de Azadani, hay dos personas más que fueron apresadas. Si bien aún no hubo juicio, se sabe que por estos hechos en Irán pesa la pena capital.
Pero fue tanta la presión social que hubo a través de las redes sociales y los medios de comunicación, que se supo que la pena que podría caberle al deportista es de 26 años de prisión.
La dictadura iraní castiga con la pena de muerte a manifestantes para, justamente, desestimar en el resto de la población, la idea de protestar contra las medidas absolutistas de un gobierno en el cual las libertades y los derechos civiles están por demás cercenados.
El caso de Azadani se volvió viral y el grado de exposición que tuvo a partir del Mundial de Qatar ayudó a que su caso pasara de boca en boca. Tal es así que a través de diferentes solicitudes en internet y la intervención de organismos defensores de los derechos humanos, pusieron en la mira a un gobierno totalitario, que castiga a los opositores al régimen y lleva a ejecutar penas máximas sin garantías de juicios justos a los imputados.
La razón de estas publicaciones
En VidaCristiana tenemos como premisa fundamental la edificación del creyente. Y edificar no es solo publicar un devocional a primera hora del día o una noticia sobre algún acontecimiento cristiano, sino también llevar al cristiano a ejercer acciones sobre temas que también nos conciernen.
Es sabido que Irán es uno de los países donde se persigue fuertemente al cristianismo. Ese régimen ha demostrado ser uno de los más incisivos a la hora de castigar a cristianos que comparten su fe y en especial, a ex musulmanes que se deciden por Cristo, en una clara muestra del totalitarismo que allí se ejerce. Entonces, no es de extrañar este tipo de noticias que, como iglesia, nos debe poner en alerta y oración por tanta gente que carece de las libertades que nosotros aún conservamos a la hora de compartir nuestra fe.
Según el mapa mundial de persecución que elaboró la ONG Puertas Abiertas, a mediados de 2022, Irán está en el puesto número 9 entre los países más hostiles al cristianismo.