Josué tenía por delante su mayor desafío, en realidad más de uno. Toda una vida de batallas por ganar, pero también victorias por disfrutar. Y lo mejor, ser parte de plan de Dios. Para eso, nuestro Dios, como padre amoroso, se tomó el tiempo y le dio tres consejos súper valiosos.
Uno era complemento del otro, pero cada uno de ellos empezaban con el mismo enunciado: “esfuérzate y sé valiente”. Dios no solo le dio metas para conseguir, sueños que lograr, le dio el cómo hacerlo, pero no solo eso, sino la actitud que debía tener durante todo el proceso de su camino al propósito de Dios para su vida. Dos palabras… dos actitudes…
Hoy es un nuevo día y estoy seguro que éste día te traerá alegrías, tristezas, desafíos, aventuras, cosas que deberás dejar para avanzar y otras que deberás tomar para seguir adelante. Y, sin duda, traerá sacrificios que tendrás que hacer. Seguramente lo que te espera por delante solo será posible llevarlo a cabo siguiendo estos consejos para Josué, y parando en estas acciones, esforzarte y ser muy valiente. Pero no eres el único, no estás solo y lo mejor, que al igual que tú, otros han podido hacerlo, han logrado los propósitos, han sido valientes y esforzados y tú lo harás también.
Dios sabe a qué te deberás enfrentar, tú sabrás cuales serán tus luchas, desafíos y victorias a tomar, por eso te recuerda: esfuérzate y sé valiente. Tú puedes. Y para terminar no te olvides que lo dijo 3 veces. No lo hace solo una vez, sino tres, tres veces repite lo mismo. ¡Anímate! No te canses de esforzarte y ante cada paso que des, sé valiente, por ti, por Él y también por aquellos que afectarás cumpliendo Su propósito.
“Dios, quiero que estés conmigo donde quieras que vaya, en pos de cumplir tus planes en mí. Dame las herramientas para que pueda hacerlo”.