Jesús tiene poder sobre la vida y sobre la muerte así como para perdonar pecados; esto se debe a que Él es el creador de la vida. Para esto podemos ver Juan 14:6 (“Yo soy el camino, la verdad y la vida”); Él, que es la vida, puede restaurar la vida a todo aquél que cree en Cristo; y todos los que creemos en Cristo y lo recibimos como Señor y Salvador tenemos una vida espiritual que la muerte no podrá conquistar ni disminuir de manera alguna.
Cuando logramos comprender su poder y hasta qué punto es verdaderamente maravillosa la falta que nos hace, ¿cómo podemos hacer otra cosa que no sea entregar nuestras vidas y días a Él? Para quienes creemos y depositamos la fe en Jesucristo es maravillosa la seguridad y la certeza que tenemos: “porque yo vivo vosotros también viviréis” (Juan 4:19).
Esta declaración de Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque muera, vivirá”, viene junto al momento en que el Señor resucita a Lázaro (Juan 11: 43, 44). Sí Jesús hubiese estado durante los momentos finales de la enfermedad de Lázaro, es posible que lo hubiese sanado en lugar de dejarlo morir; pero Lázaro murió para que el poder de Jesús sobre la muerte pudiese ser visible a sus discípulos y a otros.
La resurrección de Lázaro era una demostración esencial del poder de Cristo y la resurrección es una creencia fundamental de la fe cristiana; Jesús no solo se levantó de entre los muertos sino que tiene poder para levantar a otros.
Hay otros pasajes en la Biblia, en los evangelios, donde se menciona a otros a los que Jesús resucitó, como por ejemplo la hija de Jairo (Mateo 9: 18-26; Marcos 5:41-42; Lucas 8) y al hijo de una viuda (Lucas 7 11 -15).
Mucha gente le teme a la muerte, es el gran tabú: “El miedo más temible es la muerte, porque es el fin”, decía Aristóteles. Los cristianos no debemos tener miedo a la muerte. Él venció a la muerte, no nos olvidemos, “el que cree en mí, aunque muera vivirá”.
“Padre, gracias por el Señor Jesús, porque demostraste de muchas maneras tu poder sobre la muerte, y mediante el ‘Yo Soy la Resurrección y la Vida’ nos diste una tremenda certeza de que nos das plenitud en esta vida y la vida eterna, cuando dejemos este mundo. En el nombre de Jesucristo.”