Aunque los medios de comunicación solo hacen referencia a cuestiones relacionadas con la economía y la política exterior china, el reciente Congreso Comunista celebrado en Pekín, también es un momento de decisiones importantes para el gobierno chino que impactan directamente a los cristianos. Ya en el anterior congreso, realizado en 2018, se marcó una agenda de mayor control de actividades religiosas no reconocidas por el gobierno, entre ellas, el cristianismo. El actual líder chino, Xi Jinping, cree que los cristianos tienen una gran influencia occidental y extranjera, por lo que considera que esta religión es una amenaza.
El ministerio Puertas Abiertas ofrece, periódicamente, un reporte de la actualidad de los cristianos perseguidos en todo el mundo, y hace especial foco en China, donde hoy día las iglesias están siendo cerradas e incluso en internet el gobierno aplica restricciones para los cristianos. Hace unos meses, Jona Home, una conocida web cristiana china, fue obligada a cerrar su sitio, y ninguna página de internet puede subir contenido religioso sin previo permiso otorgado por el Gobierno. Cualquier palabra que haga sospechar un vínculo con el cristianismo, enciende las alarmas de un Estado totalitario que está solícito en cercenar la libertad de expresar la fe cristiana en ese país.

Arrestada por organizar una iglesia
En el marco de esta persecución, se conoció el caso de Christian Xiao Ai (seudónimo), que fue encarcelada durante 10 días por organizar un culto en su casa. Ella es una de las muchas mujeres cristianas que no solo han visto, sino que han vivido bajo la presión de las restricciones religiosas chinas.
El sitio Puertas Abiertas describe el momento: “Xiao tiene casi 40 años y cuando vio al guardia entrar a su casa, no dudó en decir que ella era la responsable de la reunión: ‘Soy la dueña de esta casa y la responsable del culto. Mi madre está enferma, así que invito a mis amigos a venir aquí y orar por ella. Soy la única responsable’.
Xiao ya esperaba que llegara ese día. En el contexto de persecución en China, era solo cuestión de tiempo antes de que se descubrieran estos encuentros en su casa. Lo mismo ya había sucedido en otras iglesias domésticas (cultos realizados en casas). A pesar de los riesgos, la iglesia había hecho un horario de servicios, para evitar que todos fueran arrestados a la vez y se acordó que solo el líder sería responsable y enfrentaría las consecuencias; en este caso, solo Xiao. El aumento de la presión desafió a los cristianos chinos, pero también permitió que el Señor concediera sabiduría y creatividad a las iglesias para que sobrevivieran”.
Encuentro con Dios en la prisión
Incluso en el centro de detención, Xiao vio a Dios obrando. Dentro de su celda, ella observaba lo que Dios estaba haciendo. Xiao no vio una limitación, sino un espacio diferente donde tendría que practicar la fe en Jesús y donde podría compartir el evangelio. En prisión, tenían que hacer mandados por la noche. Xiao vio esto como una oportunidad para orar. Mientras todos dormían, ella trabajaba orando al Señor y sentía su fuerza y cuidado en estos momentos.
“Creo que el Señor tenía dos grandes propósitos para mí en prisión. El primero, que evangelizara a mis compañeros de prisión. Ellos necesitaban escuchar las buenas noticias. Incluso si no creían, yo debía hacer mi parte y dar testimonio del amor de Dios. En segundo lugar, yo estaba tan ocupada en el ministerio que no tenía tiempo para acercarme verdaderamente a Dios. En la cárcel, estábamos allí solo Él y yo. Fueron tiempos preciosos en su presencia”, dijo Xiao.
Cabe aclarar que ante el acoso permanente a las libertades de expresión religiosa en China, los cristianos allí han descubierto formas de comunicarse en internet a través de códigos, con los que hacen llegar estos testimonios que hoy son replicados por esta web. Un usuario contó a su contacto del ministerio Puertas Abiertas que frecuentemente deben cambiar las estrategias de comunicación dado que en más de una ocasión han bloqueado contenidos. “Por ahora, podemos reunirnos virtualmente utilizando algunas herramientas y plataformas de comunicación. Debido a la nueva normativa, tenemos más cuidado en la selección de palabras, en los textos y las conversaciones. Tenemos que hacer varias ediciones de los artículos antes de publicarlos en línea. Los socios intentaron volver a crear cuentas públicas cristianas que habían sido prohibidas en la red social, pero la acción fracasó ya que las cuentas fueron rápidamente encontradas y prohibidas de nuevo”, informó este testigo local.
Fuente: Puertas Abiertas