Es que se había filtrado un borrador de lo que terminó siendo fundamento para el fallo que se dio a conocer el viernes 24 de junio, en el país del norte. Este histórico e inédito fallo que revoca la sentencia Roe vs. Wade con el voto de la mayoría de los magistrados conservadores (6 a 3), la Corte Suprema de Justicia puso fin a la sentencia que sirvió de precedente durante cinco décadas para dar base legal al aborto a nivel federal. El tema quedará ahora en manos de los estados que tienen autonomía en leyes y cuestiones de este tipo.

Pero que también marca un precedente para que otros países hagan lo mismo. Mi deseo más profundo es que en mi país, Argentina, pase lo mismo. Porque esta ideología de muerte e individualismo está corrompiendo todo lo que toca: las familias, las instituciones que deben velar por el bienestar general de las personas y en especial de aquellos que no se pueden defender, como los niños por nacer.
Me llamó mucho la atención esta declaratoria: “La Constitución no confiere el derecho al aborto; Roe y Casey son anulados; y la autoridad para regular el aborto se devuelve al pueblo y a sus representantes electos”, indicada en el fallo escrito por el juez Samuel Alito, haciendo referencia, además, al caso conocido como Planned Parenthood vs. Casey, de 1992, que reforzó el reconocimiento federal del derecho al aborto.
Celebro que este mismo juez, Samuel Alito, haya declarado que “Roe estaba terriblemente equivocado desde el principio. Su razonamiento fue excepcionalmente débil y la decisión ha tenido consecuencias perjudiciales. Y lejos de lograr un acuerdo nacional sobre el tema del aborto, Roe y Casey han inflamado el debate y profundizado la división”. Porque cualquier sentencia que indique la decisión de matar a otro ser humano no es buena para la humanidad y se contrapone a la Palabra de Dios.
¡Sí, sigo enumerando batallas a dar! Tampoco está buena la pena de muerte, aunque la sentencia caiga sobre un asesino, violador o una persona que haya cometido la peor monstruosidad hacia otra persona. Nada justifica la decisión de muerte de un ser humano. Quien pone fin a la vida humana sólo es Dios, sólo Él tiene ese derecho inalterable. Pero como dije, esa es otra de las batallas que habrá que dar en un futuro no muy lejano.
Creo que era hora que un país que nominalmente dice ser cristiano, cuya cultura general ronda en valores y su Constitución se funda en principios bíblicos, diera un giro como éste y recuerde que la vida la da y la quita Dios. No es un derecho humano el quitarle la vida a otro, por más que ese otro sea una persona por nacer y no se pueda defender. La matanza masiva que cada vez se cargó más vidas inocentes se legalizó bajo el argumento de un derecho de la madre dado que es gestora de vida. Pero parece que se olvidan de las obligaciones que se tiene en la vida. Con el lema “mi cuerpo, mi decisión”, millones de madres fueron inducidas a asesinar a sus propios hijos con un desprecio a la vida que las ideologías fueron naturalizando en pos de individualismos y egocentrismos absolutos. Pero las leyes suelen decir (y lamentablemente respetar poco) que mis derechos comienzan donde terminan los derechos de los demás. Y como yo, o aquella que está pensando en el aborto, tiene derecho sobre su cuerpo, la persona en gestación también lo tiene. Tu derecho termina donde empieza el de él. Te guste o no, esa es una obligación de conservación de la especie.

Sin duda este fallo es la punta del iceberg de lo que se podría venir. Espero que este fallo se mantenga en pie y sea imitado en otros países como la Argentina. No quiero saber lo que será la ira de Dios para aquellos que son responsables de tanta maldad y de privarle la vida a otro ser humano. No se puede ir contra Dios. La humanidad está cada vez más ciega, pero este fallo brinda esperanza que no todo está perdido. El fallo de la Corte no hace que el aborto sea ilegal, pero dado que el acceso al procedimiento ya no se considera un derecho constitucional, los estados ahora pueden actuar para prohibirlo. Y ahí se ganó vida porque vuelve a poner en balanza a los derechos junto a las obligaciones. Para tener más derechos es inevitable observar obligaciones, sobre todo cuando hay un otro de por medio.
El debate mundial ya se abrió. Vamos a escuchar muchas cosas en estos días. Muchos que se manifestarán contra la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, incluso en ese país. El ser humano, la humanidad se aparta cada vez más de la justicia de Dios, de sus caminos y preceptos. Suceda lo que suceda, no debemos olvidarnos de predicar y vivir el amor. Quienes piensan en el aborto, lo viven, no la pasan bien aunque digan estar tranquilas con sus decisiones. Ser víctimas de violaciones y producto de ello quedar embarazada no es grato. Pero es posible y es hermoso cómo Dios puede transformar una situación así en vidas preciosas. Lo que relato no es idílico. Conozco un caso así, y sé que hay muchos que también pueden dar testimonio. Me podrán decir que sólo conozco uno, pero uno sólo vale la pena si evitamos la matanza y priorizamos la vida.