VidaCristiana.com refleja los principales acontecimientos del quehacer evangélico en el mundo. Pero también intenta ser parte de esa historia, aportando un grano de arena, no sólo informando, sino ejerciendo acciones concretas para con quienes día a día ejercen el supremo llamado de llevar el evangelio a todo el mundo y, en casos como éste, asistir a los más necesitados, ejercitando el amor y la misericordia tal como nos enseñó nuestro Señor Jesucristo.
Es por eso que, movilizados por la acción de los pastores madrileños que abastecían de alimentos a familias refugiadas y llevaban a varias de ellas en una especie de éxodo hacia España, decidimos hacer un aporte económico que sirva para tal fin. Y nuestros hermanos de aquél país nos hicieron saber el uso que le dieron a esos recursos.

El pastor Enrique Montenegro nos reporta que uno de los pastores asociados a COMIMA (Confraternidad de Ministros Evangélicos de Madrid) “salió ayer con su propia furgoneta de siete asientos a la frontera de Polonia con Ucrania. Cargó toda la ayuda que le donaron, que tiene como destino los campamentos de refugiados, y a su regreso, estará trayendo a una de las familias ucranianas. Estamos hablando de un viaje de casi 6000 kilómetros. Hay mucha gente que está tomando iniciativas como ésta. Si no se puede alquilar un autobús, se organizan en autos particulares o camionetas. Me alegra que la gente se despierte en ayudar a otros de manera concreta”.
Tanto en España como en Portugal, la colectividad ucraniana es bastante significativa, por lo que en el transcurso de los próximos días, esta red de pastores intentará vincular a esas comunidades con las familias refugiadas en Polonia, con el fin de llevarlas a los países de la península. “Estamos estudiando todas las alternativas que tenemos para traer la mayor cantidad de gente posible”, agrega Montenegro, quien a modo de corresponsal, le brinda a este medio un informe diario sobre el encomiable trabajo que realiza la iglesia cristiana en favor de las miles de familias de refugiados que escapan de la guerra, protegiendo a los suyos.