No podemos ser ignorantes con respecto a las tácticas del enemigo. El diablo es un conspirador y una conspiración es un plan, una estratagema o un programa de acción.
Sin embargo, podemos vencer todas las conspiraciones del maligno. La Biblia nos habla sobre las acechanzas del diablo (Efesios 6:11); es decir, sus artimañas, sus tretas o lo que es lo mismo sus trampas.
La guerra requiere de tácticas y estrategias; los generales deben ser excelentes en esos dos aspectos, pues no se puede ganar sin estrategia. No le permitas al enemigo hacer estrategias en su contra, sino más bien, véncelas y destrúyelas mediante la oración.
Las trampas y las artimañas del diablo están ocultas, y las personas caen en ellas sin siquiera darse cuenta, pero podemos librarnos de la trampa del cazador de almas que es Satanás. La manera de ser libres y liberar a los demás es la oración. A continuación encontrarás una oración para romper maldiciones y que fluyan las bendiciones de Dios:
Soy redimido de la maldición mediante la sangre de Jesús. Soy la simiente de Abraham y su bendición es mía. Escojo bendición en lugar de maldición y vida en lugar de muerte. Rompo y me libero de toda maldición e iniquidad generacional como resultado de los pecados de mis antepasados, en el nombre de Jesús. Rompo y me libero de toda maldición en ambos lados de mi familia por sesenta generaciones. Rompo y me libero de toda maldición de orgullo y rebelión, en el nombre de Jesús. Rompo y me libero de toda maldición de enfermedad y malestar, en el nombre de Jesús. Rompo y me libero de toda maldición de divorcio y separación, en el nombre de Jesús.
Extracto tomado del libro “Oraciones que derrotan a los demonios”, de John Eckhardt. Una publicación de Casa Creación.